Listeriosis: una enfermedad que ha resurgido en Europa

Los alimentos listos para el consumo son los de mayor riesgo
En la Comunidad Europea (CE) las tasas de listeriosis se mantuvieron estables entre 1996 y 2002, pero a partir del 2003 hubo un incremento de los casos reportados, en especial de listeriosis bacterémica en mayores de 65 años. En el 2007 en 26 países de la CE se reportó 1554 casos de listeriosis, es decir 0,3 casos por 100.000 personas. Los alimentos involucrados en los brotes fueron principalmente el queso blando y las carnes listas para el consumo.
Las causas de este fenómeno son desconocidas, no parece originarse por cambios demográficos o de comportamiento del consumidor. Algunas teorías sugieren que se debería a prácticas comerciales que producen efectos en el procesamiento, distribución y preparación de los alimentos. Una hipótesis es que la reducción del contenido de sal de las carnes listas para el consumo, pudiera ser relevante. La reducción del 20% de la sal de las carnes listas para el consumo se implementó por recomendación de las Agencias de Inocuidad Alimentaria el 2002, para prevenir la hipertensión arterial.
Un estudio austriaco demostró un 4,8% de Listeria monocytogenes en carnes listas para el consumo en supermercados, especialmente en los pescados y mariscos. Además se encontró un 1,7% a nivel de hogares. Los grupos etarios mas afectados fueron los hogares de mayores de 65 años. La tipificación por PFGE reveló una alta variabilidad dentro las cepas recolectadas. Esto refuerza la necesidad de control de los alimentos que permiten la multiplicación de Listeria monocytogenes hasta alcanzar la dosis mínima infecciosa arbitraria, de 10⁵ UFC por gramo de alimento.
Aunque la exposición a Listeria monocytogenes no puede ser abolida completamente, la preparación y almacenamiento adecuando del alimento puede disminuir los riesgos. Las mujeres embarazadas y personas inmunocomprometidas deben ser informadas para evitar el consumo de quesos sin pasteurizar, salmón ahumado, cecinas, delicatessen y otros alimentos listos para el consumo, que aumentan su riego por su alta manipulación en la elaboración y venta, ya que el patógeno no se elimina si no hay cocción. Evitar la contaminación cruzada y la implementación de Programas de Vigilancia de Enfermedades son alternativas de alto impacto en la reducción de la listeriosis. Asimismo es importante poner en marcha la caracterización rutinaria de las cepas humanas, de alimentos y del medio ambiente mediante el uso de métodos moleculares (PFGE) y bases de datos globales accesibles vía Internet.
Fuente: European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases, 2009
Aporte: Claudia Foester