Alerta de verano
Las altas temperaturas que se han experimentado los últimos días no sólo son molestas, sino que además favorecen el desarrollo de microorganismos en los alimentos y el agua, las principales vías de adquisición de las infecciones gastrointestinales e intoxicaciones alimentarias.
Las patologías que más proliferan son intoxicación por Staphylococcus aureus, este patógeno puede estar presente en alimentos como tortas y pasteles, especialmente cuando la persona al elaborarlos no usan guantes ni mascarillas y tampoco los refrigeran en forma rápida una vez confeccionados. Afecta alrededor del 20% de la población y una vez ingeridos coloniza la piel y las fosas nasales, produciendo en minutos un cuadro caracterizado por nauseas, vómitos y diarrea”.
Los huevos: La salmonelosis causada por la bacteria Salmonella enteritidis es otro patógeno que aumenta su tasa de ataque en verano. La infección se transmite, principalmente, por el consumo de huevos crudos y cuando los brotes de esta patología se presentan, la tasa de ataque es muy alta, hasta el 90% de las personas que consume este producto se enferma, provocando diarrea, fiebre e intenso dolor abdominal. Es por esto que no se deben consumir la mayonesa casera o pisco sour preparado con clara de huevo.
Alimentos marinos: En la época estival también hay que tener especial cuidado, con la intoxicación por el Vibrio parahaemolyticus, que prolifera con más facilidad cuando aumenta la temperatura del mar. De hecho, en los últimos años ha habido varios brotes masivos en el país.
Por eso se debe estar atento con la preparación de mariscos, siempre se deben consumir cocidos, nunca crudos, aunque vengan con cadena de frío, ya que de esta forma se elimina todo riesgo de intoxicación. Los síntomas son diarrea y cólicos abdominales que, en ocasiones, pueden ir acompañados de náuseas, vómitos, dolor de cabeza y fiebre.
Los Virus: En verano también aumenta la Hepatitis A, este virus, eliminado en las deposiciones, se transmite por mala manipulación de las comidas, consumo de vegetales regados con aguas servidas o cuando se ingieren mariscos crudos infectados. Para evitar la infección hay que consumir siempre los mariscos bivalvos cocidos y preocuparse de que las hortalizas o berries no hayan sido regadas con aguas contaminadas.
Fuente: Chile Potencia Alimentaria
Aporte: Julio Parra Flores
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