Este animal, fue detectado gracias al programa de vigilancia implementado por la CFIA exclusivamente para la detección oportuna de esta enfermedad.
La CFIA, además, declaró que el animal, ya se encuentra fallecido y que ninguna parte de este fue distribuido para el consumo humano.
La investigación en este momento se encuentra en un estado de búsqueda de antecedentes, como la determinación de lugar exacto de nacimiento del animal, para poder realizar el seguimiento respectivo.
Este caso no representa una amenaza para la salud pública de Canadá, si no que, más bien, confirma el buen trabajo que se está realizando, al tener un sistema de monitoreo que permite adoptar medidas precozmente.
Desde el año 2003 hasta la fecha, el programa de vigilancia implementado por la CFIA, ha monitoreado alrededor de 220.000 mil cabezas de ganado. Esta gran cobertura se produce gracias al esfuerzo en conjunto de las autoridades respectivas y los productores y/o dueños de los animales. Estos últimos que ven como un beneficio eficaz y conveniente adherirse al programa.
Junto con esto, además se han establecido controles más estrictos a los piensos dirigidos a la alimentación de los bovinos, ya que se conoce que la vía de trasmisión de la EEB es a través de estos.
Fuente: http://www.foodhaccp.com/
Aporte: Cristobal Flores
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