La Unión Europea ha presentado nuevas medidas para restringir las condiciones de venta de juguetes que van acompañados de algún tipo de producto alimenticio.
Esta nueva propuesta comunitaria, presentada el 25 de enero pasado, reemplazará a la actual directiva que se encuentra vigente desde 1988. En esta se establece que los peligros asociados a la combinación alimento-juguete pueden ser de diversa índole, donde las más importantes son el traspaso de sustancias tóxicas o bien que sean tragados.
Uno de las medidas para incrementar la seguridad de estos productos, será bajar los límites máximos permitidos de determinadas sustancias que pueden ser tóxicas, como el plomo y el cadmio. Además, las nuevas condiciones contemplan la posibilidad de que los consumidores puedan extraer los juguetes que ofrecen algunos productos alimenticios sin necesidad de abrir el envase del producto.
Desde la Asociación Europea de Consumidores (ANEC), apoyan la necesidad de restringir los usos de «alimentos con juguetes», especialmente los que se venden en las bolsas de patatas fritas o de cereales. El envoltorio para los juguetes se hace imprescindible con el fin de evitar posibles contaminaciones en el alimento, y evitar casos como el detectado en Chile en 2004, cuando el Servicio de Salud debió retirar del mercado cajas de cereales que contenían figuras fabricadas con tolueno, un producto prohibido por su toxicidad.
De lo que se trata es de establecer las diferencias entre lo que es puramente el alimento y el juguete, y restringir los usos de cada uno de ellos a lo que establece la legislación en cuestión, que para ANEC es «muy restrictiva» en el caso de los juguetes, aunque «más permisiva» para los alimentos.
Fuente: Consumaseguridad
Aporte: Mauricio Cruz
No hay comentarios.:
Publicar un comentario