Cortes de suministro eléctrico pueden crear una situación de riesgo sanitario que comprometa la inocuidad de los alimentos que consumimos
Existen diferentes situaciones que pueden ocasionar cortes del suministro eléctrico, provocando estados de emergencia que, además de generar situaciones de riesgo, pueden poner en peligro la inocuidad de los alimentos que consumimos, durante la emergencia o durante los días posteriores. Tomar precauciones previamente, así como seguir unas sencillas recomendaciones higiénicas para determinar si los productos están o no en buenas condiciones, puede evitar un brote de toxiinfección alimentaria tras una situación de emergencia.
Por lo tanto no se debe, en la medida de lo posible, abrir las puertas del refrigerador o del congelador a fin de mantener la temperatura adecuada. Si el refrigerador permanece cerrado mantendrá los alimentos a la temperatura fría apropiada durante las primeras cuatro horas aproximadamente. Transcurrido este periodo la temperatura comenzará a elevarse y, a partir de las 12 horas desde el corte de suministro, la situación será de riesgo higiénico sanitario, por lo que los alimentos deberán consumirse antes de ese periodo o desecharse.
Cuando se mantiene la puerta cerrada, un congelador conserva la temperatura apropiada durante un periodo medio de unas 24 horas (incluso hasta 48 horas en condiciones óptimas si está muy lleno). Colocar los alimentos muy juntos en el congelador hará que se mantengan fríos durante más tiempo.
Una vez recuperado el suministro eléctrico habrá que comprobar los daños en los alimentos. La temperatura del refrigerador y congelador en el momento de su conexión (si no dispone de un display, un termómetro normal colocado en su interior permitirá verificarla) nos dará una idea de la situación de los alimentos. Un alimento semi o totalmente descongelado deberá consumirse rápidamente (siempre que la descongelación se haya producido en las 24 horas anteriores, si no deberá desecharse) y nunca volver a congelarse.
Existen diferentes situaciones que pueden ocasionar cortes del suministro eléctrico, provocando estados de emergencia que, además de generar situaciones de riesgo, pueden poner en peligro la inocuidad de los alimentos que consumimos, durante la emergencia o durante los días posteriores. Tomar precauciones previamente, así como seguir unas sencillas recomendaciones higiénicas para determinar si los productos están o no en buenas condiciones, puede evitar un brote de toxiinfección alimentaria tras una situación de emergencia.
Por lo tanto no se debe, en la medida de lo posible, abrir las puertas del refrigerador o del congelador a fin de mantener la temperatura adecuada. Si el refrigerador permanece cerrado mantendrá los alimentos a la temperatura fría apropiada durante las primeras cuatro horas aproximadamente. Transcurrido este periodo la temperatura comenzará a elevarse y, a partir de las 12 horas desde el corte de suministro, la situación será de riesgo higiénico sanitario, por lo que los alimentos deberán consumirse antes de ese periodo o desecharse.
Cuando se mantiene la puerta cerrada, un congelador conserva la temperatura apropiada durante un periodo medio de unas 24 horas (incluso hasta 48 horas en condiciones óptimas si está muy lleno). Colocar los alimentos muy juntos en el congelador hará que se mantengan fríos durante más tiempo.
Una vez recuperado el suministro eléctrico habrá que comprobar los daños en los alimentos. La temperatura del refrigerador y congelador en el momento de su conexión (si no dispone de un display, un termómetro normal colocado en su interior permitirá verificarla) nos dará una idea de la situación de los alimentos. Un alimento semi o totalmente descongelado deberá consumirse rápidamente (siempre que la descongelación se haya producido en las 24 horas anteriores, si no deberá desecharse) y nunca volver a congelarse.
Fuente: Consumer-Eroski
Aporte: Claudia Villarroel
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