Investigadores de la U. de Missouri desarrollaron un nuevo método para la detección de células vivas de E. coli en carne picada.
Consiste en un aporte a la metodología ya conocida del PCR la cual ayudaría a distinguir las células vivas y muertas de E. coli. Las células muertas no representan un peligro para el consumo de la carne, sin embargo por el contrario, de acuerdo a estudios realizados tan sólo 10 celulas vivas infectantes puede
Consiste en un aporte a la metodología ya conocida del PCR la cual ayudaría a distinguir las células vivas y muertas de E. coli. Las células muertas no representan un peligro para el consumo de la carne, sin embargo por el contrario, de acuerdo a estudios realizados tan sólo 10 celulas vivas infectantes puede
n producir una seria enfermedad intestinal.
Mediante la utilización del PCR se pueden identificar estos patógenos en la carne y sin embargo, esta técnica no diferencia entre células vivas o muertas y estas últimas pueden llevar a detectar falsos positivos que podrían conllevar a la retirada innecesaria de los productos del mercado, según el investigador.
Para prevenir esto los investigadores tomaron muestras con un colorante denominado bromuro de etidio monoácido, que no penetran las células vivas, pero sí las muertas, aglutinándose con las moléculas de ADN y convirtiéndolas en insolubles e invisibles a los test con PCR.
Los investigadores han aplicado este nuevo método también en otros productos como carne de ave o huevos. Otra de las ventajas que tiene este nuevo método está en la rapidez, ya que tan sólo requiere de 12 horas, frente a otros que requieren hasta dos días.
Aporte: Ignacio Vásquez
Fuente: http://www.agromeat.com/index.php?idNews=92448
Mediante la utilización del PCR se pueden identificar estos patógenos en la carne y sin embargo, esta técnica no diferencia entre células vivas o muertas y estas últimas pueden llevar a detectar falsos positivos que podrían conllevar a la retirada innecesaria de los productos del mercado, según el investigador.
Para prevenir esto los investigadores tomaron muestras con un colorante denominado bromuro de etidio monoácido, que no penetran las células vivas, pero sí las muertas, aglutinándose con las moléculas de ADN y convirtiéndolas en insolubles e invisibles a los test con PCR.
Los investigadores han aplicado este nuevo método también en otros productos como carne de ave o huevos. Otra de las ventajas que tiene este nuevo método está en la rapidez, ya que tan sólo requiere de 12 horas, frente a otros que requieren hasta dos días.
Aporte: Ignacio Vásquez
Fuente: http://www.agromeat.com/index.php?idNews=92448
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