La técnica presenta, además, la ventaja de que permite distinguir entre bacterias muertas o vivas
Un nuevo método desarrollado por investigadores de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, permite detectar la presencia de Escherichia coli (E. coli), además de ofrecer información de si se trata de una bacteria muerta o viva. Esta distinción resulta de gran importancia, ya que las bacterias muertas no causan enfermedad, mientras que sólo 10 bacterias vivas pueden ser origen de una severa afección intestinal. Esta nueva técnica ha dado resultados óptimos en la carne de ave y en la carne picada de vacuno, así como en los huevos.
La técnica PCR, efectiva para la detección e identificación de los patógenos en alimentos, ha sido la que han utilizado estos científicos. Sin embargo, este método no puede distinguir entre células vivas y muertas. De este modo, la presencia de células patógenas muertas puede resultar en falsos positivos y que se retiren de forma innecesaria productos del mercado.
Para resolver este problema, los investigadores estadounidenses han introducido el avance de teñir las muestras con bromuro de etidio monoacido. Esta sustancia no puede penetrar en las células vivas, pero sí en las muertas, donde se aglutina con las moléculas de ADN, haciéndolas insolubles, y por tanto, invisibles a los test PCR. Este nuevo método presenta, además, la ventaja de su rapidez, ya que se pueden obtener resultados en 12 horas, frente a los dos días que se necesitan con los métodos actuales.
Fuente: http://www.consumer.es/
Aporte: Gabriel Zeballos R.
Un nuevo método desarrollado por investigadores de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, permite detectar la presencia de Escherichia coli (E. coli), además de ofrecer información de si se trata de una bacteria muerta o viva. Esta distinción resulta de gran importancia, ya que las bacterias muertas no causan enfermedad, mientras que sólo 10 bacterias vivas pueden ser origen de una severa afección intestinal. Esta nueva técnica ha dado resultados óptimos en la carne de ave y en la carne picada de vacuno, así como en los huevos.
La técnica PCR, efectiva para la detección e identificación de los patógenos en alimentos, ha sido la que han utilizado estos científicos. Sin embargo, este método no puede distinguir entre células vivas y muertas. De este modo, la presencia de células patógenas muertas puede resultar en falsos positivos y que se retiren de forma innecesaria productos del mercado.
Para resolver este problema, los investigadores estadounidenses han introducido el avance de teñir las muestras con bromuro de etidio monoacido. Esta sustancia no puede penetrar en las células vivas, pero sí en las muertas, donde se aglutina con las moléculas de ADN, haciéndolas insolubles, y por tanto, invisibles a los test PCR. Este nuevo método presenta, además, la ventaja de su rapidez, ya que se pueden obtener resultados en 12 horas, frente a los dos días que se necesitan con los métodos actuales.
Fuente: http://www.consumer.es/
Aporte: Gabriel Zeballos R.
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