Una nueva propuesta del Parlamento Europeo sobre el jugo de frutas pretende mejorar los estándares de producción y facilitar a los usuarios la elección más saludable.
Más del 80 por ciento del jugo de naranja que se consume en Europa procede de Brasil y Estados Unidos. La UE se consolida así como el mayor importador de este producto a nivel mundial, un dato que conlleva una mala noticia para el medio ambiente, dados los altos niveles de emisiones de dióxido de carbono que se derivan del transporte de la carga.
Este documento busca estimular el consumo de productos locales que no precisan de trayectos tan largos para ser transportados, reduciendo así las emisiones de dióxido de carbono. Además, hace hincapié en el control de que las condiciones en que se producen estos artículos cumplen con las condiciones del Derecho comunitario, y que se manufacturan de acuerdo a los principios de seguridad alimentaria que establece la Unión Europea.
También señala que los productores de la Unión Europea deberían poder incluir en el jugo de naranja un porcentaje del 10 por ciento de zumo de mandarina, lo que intensificaría el sabor a la par que lo haría más saludable y evitaría una situación desfavorable del mercado comunitario.
Mejorar la información al consumidor es otra de las propuestas del documento, que invita a realizar una clara distinción entre el jugo y el néctar. Mientras que el primero no contiene azúcares añadidos, el segundo sí puede incluir alguna clase de edulcorante. Un dato especialmente importante para niños, diabéticos o gente con problemas de peso.
Fuente: http://www.europarl.europa.eu/es/headlines/content/20110415STO17905/html/%C2%BFEs-zumo-lo-que-bebemos
Aporte: Lilian Rojas
Más del 80 por ciento del jugo de naranja que se consume en Europa procede de Brasil y Estados Unidos. La UE se consolida así como el mayor importador de este producto a nivel mundial, un dato que conlleva una mala noticia para el medio ambiente, dados los altos niveles de emisiones de dióxido de carbono que se derivan del transporte de la carga.
Este documento busca estimular el consumo de productos locales que no precisan de trayectos tan largos para ser transportados, reduciendo así las emisiones de dióxido de carbono. Además, hace hincapié en el control de que las condiciones en que se producen estos artículos cumplen con las condiciones del Derecho comunitario, y que se manufacturan de acuerdo a los principios de seguridad alimentaria que establece la Unión Europea.
También señala que los productores de la Unión Europea deberían poder incluir en el jugo de naranja un porcentaje del 10 por ciento de zumo de mandarina, lo que intensificaría el sabor a la par que lo haría más saludable y evitaría una situación desfavorable del mercado comunitario.
Mejorar la información al consumidor es otra de las propuestas del documento, que invita a realizar una clara distinción entre el jugo y el néctar. Mientras que el primero no contiene azúcares añadidos, el segundo sí puede incluir alguna clase de edulcorante. Un dato especialmente importante para niños, diabéticos o gente con problemas de peso.
Fuente: http://www.europarl.europa.eu/es/headlines/content/20110415STO17905/html/%C2%BFEs-zumo-lo-que-bebemos
Aporte: Lilian Rojas
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