lunes, 14 de mayo de 2012

BPM para combatir las aflatoxinas en los frutos secos

La aplicación de la levadura Pichia anomala es eficaz biocontrol para la prevención de aflatoxinas en frutos secos y en cultivos de maíz.
Las aflatoxinas son una especie de toxinas naturales presentes en frutos secos como las nueces, los cacahuetes, los pistachos o los higos secos, que son sus principales reservorios. Estas toxinas se sintetizan por la especie de moho Aspergillus, en concreto por A. flavus, A. parasiticus y A. nominus. Estos pueden desarrollar toxinas en una gran variedad de sustratos, ya que los mohos sobreviven en condiciones de almacenamiento muy severas. Una nueva investigación demuestra la eficacia de la levadura Pichia anomala para inhibir A. flavus
Para evitar las aflatoxinas en los alimentos, es imprescindible llevar a cabo las buenas prácticas de manipulación (BPM), ya sea antes o después de la cosecha. Además, y hasta la fecha, son necesarios los plaguicidas para prevenir posibles enfermedades. Es importante destacar el control que requieren los mohos durante el secado y el almacenamiento de los alimentos para prevenir este tipo de contaminación en los productos finales.
Los expertos confirman la eficacia del nuevo método y su inocuo efecto sobre el medio ambiente. El estudio demuestra su acción no solo en los frutos, sino también en los cultivos de maíz, muy susceptibles a la contaminación por aflatoxinas. Las pruebas se han llevado a cabo en una plantación de pistachos ubicada en California (EE.UU.), donde los expertos rociaron algunos árboles con la levadura Pichia anomala y otros no. Los resultados fueron sorprendentes, ya que los árboles rociados inhibieron la frecuencia de A. flavus en los pistachos en un 97%, en comparación con los árboles no rociados.
El estudio confirma además que el uso de la levadura como biocontrol es muy versátil, ya que también se ha comprobado su eficacia en la protección de otros cultivos contra, al menos, seis especies de microorganismos que podrían alterar las características organolépticas, como el sabor y la textura, o el rendimiento y la inocuidad de los alimentos, entre ellos el patógeno Botrytis cinerea, responsable del moho gris en las uvas.
FUENTE: www.consumer.es
Aporte: Marcela Blanco

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