La
cloración del agua es muy útil pero puede generar riesgos.
“En
Argentina la agencia internacional de investigación sobre el cáncer (IARC)
clasifica los subproductos de la cloración del agua como posibles cancerígenos
y la OMS establece parámetros máximos de consumo”.
Los
Trihalometanos (THM) son un subproducto de la desinfección del agua, debido al
uso de cloro, que generalmente se encuentran como cloroformo,
bromodiclorometano, dibromoclorometano y bromoformo.
Si
bien la cloración del agua provoca beneficios que reducen drásticamente
enfermedades bacterianas, virales y parasitarias, también podrían estar
provocando sub productos que implican un riesgo químico, esto pasa cuando el
cloro tiene contacto con la materia
orgánica en las plantas tratadoras de agua, se libera una cantidad de THM
directamente proporcional a la cantidad de cloro utilizado, en este proceso.
Los
THM, pueden ser considerados un riesgo químico para la salud, la agencia
internacional de investigación sobre el cáncer (IARC) clasifica el cloroformo y
el bromodiclorometano como posibles cancerígenos y la OMS establece parámetros
máximos de consumo. Sin embargo, es recomendable eliminar el cloro residual,
debido a la alta exposición a estos compuestos, que pueden ser ingeridos por
medio del agua potable de forma oral, por inhalación, por absorción dérmica
(ducha, piscina), etc. Pudiendo ser un riesgo considerable en un largo periodo
de tiempo.
Los
límites máximos establecidos son:
·
Cloroformo:
300 ug/l
·
Bromodiclorometano:
60ug/l
·
Dibromoclorometano:
100ug/l
·
Bromoformo:
100ug/l
Cabe
mencionar que la reducción de THM no es asunto fácil, puesto que no se puede
comprometer la calidad microbiológica del agua mediante la cloración, pero es
necesario avances tecnológicos para reducir este peligro.
Aporte: Valentina
Bastias
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