El mal de Alzheimer ha sido asociado al exceso de aluminio.
Los científicos de Europa en inocuidad alimentaria han establecido una ingesta semanal tolerable (IST) de 1 miligramo de aluminio por kilogramo de peso corporal, y estima que la ingesta de la población europea supera la cantidad de aluminio que ellos consideran tolerable por el organismo. La evaluación se basó en todos los estudios disponibles entre ellos algunos que muestran los efectos adversos de aluminio en el nervioso y sistemas reproductivos en los animales.
La principal fuente de exposición al aluminio para la población en general es a través de la dieta, con grandes variaciones en el contenido de aluminio entre los distintos alimentos.
El aluminio en los alimentos se origina a partir de su aparición natural, del uso de los aditivos alimentarios que contengan aluminio y de la presencia de aluminio en materiales en contacto con alimentos, como ollas, sartenes y film, sin embargo es muy poco el aluminio que entra al cuerpo a partir de utensilios de cocina.
Entre los alimentos los principales contribuyentes a la ingesta de aluminio de la dieta son los cereales y productos a base de cereales (como pan, pasteles, galletas y pasteles) verduras (como las setas, espinacas, rábano y lechuga), bebidas (como el té y cacao) y algunos preparados para lactantes.
Se ha demostrado la neurotoxicidad del aluminio en pacientes sometidos a diálisis crónica. Algunos estudios sugieren que personas expuestas a niveles altos de aluminio pueden desarrollar la enfermedad de Alzheimer, mientras otros estudios no han observado esta asociación.
Fuente: http://www.efsa.europa.eu/
http://www.atsdr.cdc.gov/
Aporte: Rosa María Tapia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario