Un nuevo método analítico permite identificar y cuantificar la presencia de hasta diez antibióticos en la leche en un solo paso y de forma rápida
Hasta el día de hoy no existe registro sobre intoxicaciones por el consumo de antibióticos de uso común presentes en la leche, ya que las concentraciones son muy bajas como para provocar algún tipo de intoxicación. Sin embargo existe la duda de que el consumo de antibióticos a través de alimentos contaminados alcance algún nivel de toxicidad de nivel crónico, motivo por el cual se planea prohibir su inclusión en los alimentos y, desarrollar un sistema de análisis capaz de detectar sustancias claves para garantizar la seguridad alimentaria.
Un grupo de investigadores del instituto de diagnostico ambiental y estudios del agua (IDAEA), del centro del consejo superior de investigaciones científicas (CSIC), en Barcelona, plantea simplificar el proceso de control de estos alimentos, implementando sistemas que mejoran en rapidez y sensibilidad los métodos actuales de detección de fármacos en los laboratorios. Por cada muestra de leche se detectan 10 antibióticos distintos en 15 minutos, hasta un límite de 0.09 nanogramos por mililitro.
El método desarrollado por los investigadores del CSIC es específico para beta-lactámicos, un grupo de antibióticos que incluye hasta seis penicilinas, como la amoxicilina o la cloxacilina, y cuatro cefalosporinas. Los beta-lactámicos son uno de los grupos de antibióticos más utilizados en el sector vacuno, ya que se aplican para el tratamiento y la prevención de enfermedades como la mastitis bovina o las neumonías.
El uso de antibióticos ha servido en veterinaria tanto para prevenir infecciones, como para el engorde, y a pesar de su uso benéfico, un mal uso o uso excesivo de puede traer consecuencias perjudiciales que se asocian principalmente a la formación de bacterias multiresistentes, que luego pueden ser transmitidas a las personas. Desde el punto de vista de la calidad del producto, ésta también se ve afectada por la presencia de antibióticos, especialmente en el caso de los productos fermentados como el yogurt
Aporte: Ignacio Vásquez; Deinan Romero
Hasta el día de hoy no existe registro sobre intoxicaciones por el consumo de antibióticos de uso común presentes en la leche, ya que las concentraciones son muy bajas como para provocar algún tipo de intoxicación. Sin embargo existe la duda de que el consumo de antibióticos a través de alimentos contaminados alcance algún nivel de toxicidad de nivel crónico, motivo por el cual se planea prohibir su inclusión en los alimentos y, desarrollar un sistema de análisis capaz de detectar sustancias claves para garantizar la seguridad alimentaria.
Un grupo de investigadores del instituto de diagnostico ambiental y estudios del agua (IDAEA), del centro del consejo superior de investigaciones científicas (CSIC), en Barcelona, plantea simplificar el proceso de control de estos alimentos, implementando sistemas que mejoran en rapidez y sensibilidad los métodos actuales de detección de fármacos en los laboratorios. Por cada muestra de leche se detectan 10 antibióticos distintos en 15 minutos, hasta un límite de 0.09 nanogramos por mililitro.
El método desarrollado por los investigadores del CSIC es específico para beta-lactámicos, un grupo de antibióticos que incluye hasta seis penicilinas, como la amoxicilina o la cloxacilina, y cuatro cefalosporinas. Los beta-lactámicos son uno de los grupos de antibióticos más utilizados en el sector vacuno, ya que se aplican para el tratamiento y la prevención de enfermedades como la mastitis bovina o las neumonías.
El uso de antibióticos ha servido en veterinaria tanto para prevenir infecciones, como para el engorde, y a pesar de su uso benéfico, un mal uso o uso excesivo de puede traer consecuencias perjudiciales que se asocian principalmente a la formación de bacterias multiresistentes, que luego pueden ser transmitidas a las personas. Desde el punto de vista de la calidad del producto, ésta también se ve afectada por la presencia de antibióticos, especialmente en el caso de los productos fermentados como el yogurt
Aporte: Ignacio Vásquez; Deinan Romero
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