El inmunosensor permitirá monitorear rápidamente puntos críticos de control.
La Fundación argentina de Nanotecnología (FAN) ha apoyado el desarrollo de un inmunosensor que
asocia la nanotecnología, la electroquímica y la electrónica en un diseño
portátil. Este dispositivo contará con:
una plataforma de inmovilización de los
anticuerpos anti-ocratoxina cuyo componente principal son nano partículas modificadas, y
electrodos también con nanopartículas que aumentan la sensibilidad en la
medida. El componente electrónico se resuelve con un sistema de adquisición de
señales basado en un microprocesador, que realiza las mediciones de corriente
generada en los electrodos, procesa la información y la muestra en un
display. La especificidad brindada por
el uso de anticuerpos monoclonales y los límites de detección del orden de las
ppb (partes por billón) proporcionan
ventajas tales como realizar mediciones sin demasiadas etapas de preparación y
concentración de la muestra, en matrices de variada complejidad, como son los
mostos, jugos y vinos.
La ocratoxina A (OTA) es una micotoxina producida
por hongos de los géneros Aspergillus y Penicillium, con actividad
neurotóxica, inmunotóxica, genotóxica y teratogénica. Además ha sido
clasificada por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer como un
posible cancerígeno en humanos (del grupo 2B). Se ha observado presencia
de OTA en numerosos alimentos y bebidas, y su contenido máximo en diversos
alimentos está regulado en la mayoría de los países que compran nuestros
productos. La OTA, es una toxina que
presenta una distribución mundial, y está asociada a múltiples sustratos,
resultando un gran problema, por ejemplo para los vinos de exportación. Por lo tanto se hace necesario minimizar su entrada
de OTA en la cadena alimentaria, y con ese propósito es
imprescindible el desarrollo de metodologías analíticas de diagnóstico rápido, para poder monitorear puntos de control críticos de forma efectiva.
Aporte: Felipe Pérez
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