Método
sencillo y rápido capaz de detectar los movimientos de una bacteria
Actualmente la detección de bacterias en productos alimenticios continúa siendo un tema crítico para la inocuidad alimentaria y salud del consumidor, debido a su compleja medición, además las técnicas que se emplean para su detección como cultivos microbiológicos, PCR, entre otros, son comúnmente complejos, caros y laboriosos. Sin embargo, esto puede cambiar gracias a un grupo de expertos del Instituto Superior Coreano de Ciencias y Tecnología, quienes han descubierto una forma rápida y de bajo costo para detectar microorganismos patógenos sobre la superficie de productos cárnicos almacenados en el refrigerador, que consiste en utilizar un láser capaz de detectar movimientos de patógenos tan pequeños como E. coli, B. cereus, Salmonella, entre otros. Además aseguran que éste método podría emplearse fácilmente en las líneas de producción y hasta podría incorporarse a los convencionales refrigeradores de uso doméstico.
La técnica puede detectar el movimiento de
bacterias flageladas que se desplazan sobre la superficie de los productos
alimenticios a través de un láser de luz que entra en contacto con el tejido
biológico y que se expande. Esto provoca interferencias en la luz y da lugar a
un patrón aleatorio. Las bacterias que se encuentran en la superficie de los
alimentos también generan dispersión de la luz y su presencia influye en el
patrón. Para detectar estos movimientos se utiliza una cámara capaz de grabar
el cambio en pocos segundos.
Los especialistas comprobaron éste método
utilizando pechuga de pollo, las cuales fueron contaminadas con E. coli y B. cereus, patógenos asociados a ETAS. Cada muestra contaminada y
una de control fueron enfocadas con un láser mientras grababan los patrones
aleatorios con una cámara. Los resultados revelan cuales de las muestras están
contaminadas y su grado de sensibilidad, sin embargo, la técnica no es capaz de
diferenciar los dos tipos de contaminación bacteriana. También indica que la
carne no contaminada muestras pocas, o ninguna, diferencias con el paso del
tiempo.
Con los resultados obtenidos se puede decir
que es una técnica sencilla, rápida, económica y que no se necesita
conocimientos especializados, además no requiere contacto físico con la carne,
pudiendo ser empleada a distancia, sin embargo, existen limitaciones como no
detectar contaminantes víricos (norovirus) ni toxinas. A pesar de esas
limitaciones el método tiene el potencial de mejorar significativamente la
inocuidad alimentaria.
Aporte: Pamela Rivera G.
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