No cabe duda que al ganado de Inglaterra le está lloviendo sobre mojado. Primero fue la enfermedad de las vacas locas, que obligó a sacrificar miles de cabezas para controlar la expansión de la enfermedad. Ahora se agrega la fiebre aftosa, y nuevamente los granjeros tienen que preparar grandes pilas para quemar sus animales, como única medida eficiente para establecer un cordón sanitario.

El virus que causa actualmente la enfermedad, y que ya se ha extendido a diversos países europeos, corresponde a una nueva cepa muy virulenta, que se está extendiendo rápidamente por el mundo. Se trata del prototipo Pan-Asiático, que es una variante de la cepa "O". Primero fue descubierto en la India en el año 1990, para posteriormente extenderse por la península arábica llegando a Europa. Recientemente se han descrito casos en países que habían estado libres por largo tiempo de fiebre aftosa, como Corea del Sur, Japón y Sud Africa. (http://www.consumaseguridad.es/).
Con el proceso de globalización mundial, se está dando las condiciones para una rápida diseminación de estas inusuales enfermedades virales. Tal es el caso del virus Hanta, el virus Nipah, que hace dos años afectó a los cerdos en Indonesia, el virus Borna, el virus Hendra que afectada a caballos y humanos y el virus Ebola, que en una semana se transmitió desde los murciélagos al hombre causando cientos de muertes en Africa (Creces, Septiembre 1996).
Un brote ó epidemia en cierto lugar del mundo puede convertirse en apenas unas horas en una amenaza inminente en cualquier otro punto del planeta. Sumado a esto, el calentamiento global del planeta daría las condiciones apropiadas para potenciar la velocidad de transmisión. Debido a esto, los centros Europeos de Control y Prevención de Enfermedades junto a la OMS analizan su implicancia y en Junio pasado se inició la revisión del Reglamento Sanitario Internacional, que busca detener las enfermedades en las fronteras internacionales. El acuerdo obliga a Chile a fortalecer el control y vigilancia en puertos y pasos fronterizos y gracias a esto se han detectado en Puerto Montt y Punta Arenas, brotes del virus Norwalk, enfermedad de Transmisión Alimentaria, que afectaba a pasajeros de cruceros, a los que se les impidió descender a tierra.
Aporte: Mariela Perez Olea
Aporte: Mariela Perez Olea
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