Un nuevo sensor desarrollado por el Instituto Fraunhofer (Alemania) para analizar los gases producidos por los alimentos podría ser utilizado para comprobar su inocuidad, calidad y fiabilidad de forma rápida y económica. Los proveedores de alimentos podrían estimar con precisión el grado de madurez de la fruta almacenada o si la carne o el pescado todavía están frescos.
Un sensor con una superficie calentada a altas temperaturas analiza el gas emitido por el alimento y muestra los resultados codificados por colores en una pantalla; verde para el nivel óptimo de maduración o frescura, amarillo para indicar que el producto no está maduro o el grado de frescura es bajo y rojo cuando el alimento está verde o, en el caso de carne o pescado, está estropeado y no es apto para el consumo.
Sensores de óxido de metal: se han reunido diferentes tecnologías basadas en el uso de sensores de óxido de metal. Si un gas fluye por el sensor, a temperaturas de 300ºC a 400º, se quema en el punto de contacto. El subsiguiente intercambio de electrones cambia la conductividad eléctrica, y es éste cambio el que permite al instrumento evaluar los gases y realizar una lectura
El grupo ya ha desarrollado un prototipo y el sistema se está probando actualmente en el sector porcino alemán. El equipo espera comercializar el sistema en los próximos dos años.
Beneficios para la cadena alimentaria
"El sistema es robusto, fácil de manejar y rápido. Facilita la evaluación del alimento en minutos en lugar de horas o días. Puede ser implementado en el proceso de producción mismo, así como en un sistema de gestión de la calidad para registrar y almacenar datos en forma digital. También se cree que es económico en comparación con las pruebas de laboratorio, que son más lentas y costosas.
Aporte: Valeria Candia
Fuente: http://www.higieneambiental.com/higiene-alimentaria/sensor-de-gases-para-controlar-alimentos-3
Un sensor con una superficie calentada a altas temperaturas analiza el gas emitido por el alimento y muestra los resultados codificados por colores en una pantalla; verde para el nivel óptimo de maduración o frescura, amarillo para indicar que el producto no está maduro o el grado de frescura es bajo y rojo cuando el alimento está verde o, en el caso de carne o pescado, está estropeado y no es apto para el consumo.
Sensores de óxido de metal: se han reunido diferentes tecnologías basadas en el uso de sensores de óxido de metal. Si un gas fluye por el sensor, a temperaturas de 300ºC a 400º, se quema en el punto de contacto. El subsiguiente intercambio de electrones cambia la conductividad eléctrica, y es éste cambio el que permite al instrumento evaluar los gases y realizar una lectura
El grupo ya ha desarrollado un prototipo y el sistema se está probando actualmente en el sector porcino alemán. El equipo espera comercializar el sistema en los próximos dos años.
Beneficios para la cadena alimentaria
"El sistema es robusto, fácil de manejar y rápido. Facilita la evaluación del alimento en minutos en lugar de horas o días. Puede ser implementado en el proceso de producción mismo, así como en un sistema de gestión de la calidad para registrar y almacenar datos en forma digital. También se cree que es económico en comparación con las pruebas de laboratorio, que son más lentas y costosas.
Aporte: Valeria Candia
Fuente: http://www.higieneambiental.com/higiene-alimentaria/sensor-de-gases-para-controlar-alimentos-3
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