Un análisis de residuos de plaguicidas en alimentos realizado hace unas semanas por Canal 13 mostró que los chilenos estamos consumiendo hortalizas contaminadas con plaguicidas.
Las muestras de hortalizas provienen de los proveedores Agrícola Gómez Ltda./ Hernán Gómez, Punto Azul y Dole y fueron adquiridas en la Vega Central y en los supermercados Jumbo y Líder.
El análisis, realizado en abril de 2010 por el laboratorio Andes Control en espinacas, pimentones, lechugas y tomates muestra un 20% de incumplimiento de la norma chilena sobre Límite Máximo de Residuos de Plaguicidas Permitidos (LMR). Revela que la normativa nacional es menos preventiva que la de países desarrollados a los que Chile exporta; un 44% de muestras que no podrían ser consumidas en la Unión Europea por violar esas normas, y un 61% de muestras que no cumple con las normas vigentes en Estados Unidos.
Las muestras de hortalizas provienen de los proveedores Agrícola Gómez Ltda./ Hernán Gómez, Punto Azul y Dole y fueron adquiridas en la Vega Central y en los supermercados Jumbo y Líder.
El análisis, realizado en abril de 2010 por el laboratorio Andes Control en espinacas, pimentones, lechugas y tomates muestra un 20% de incumplimiento de la norma chilena sobre Límite Máximo de Residuos de Plaguicidas Permitidos (LMR). Revela que la normativa nacional es menos preventiva que la de países desarrollados a los que Chile exporta; un 44% de muestras que no podrían ser consumidas en la Unión Europea por violar esas normas, y un 61% de muestras que no cumple con las normas vigentes en Estados Unidos.
En espinacas, alimento preferencialmente usado para bebés, se detectan permetrina y carbendazim, dos plaguicidas con efecto crónico que pueden afectar la salud y el desarrollo de los lactantes provocándoles secuelas graves de por vida. En las muestras analizadas se detectan, asimismo, residuos de siete plaguicidas potencialmente cancerígenos. También se encontraron plaguicidas alteradores endocrinos y del sistema reproductivo en lechuga, tomate y espinaca. Entre los plaguicidas detectados, hay dos con efecto teratogénico: el tiofanato metil y el carbendazim. El tiofanato metil, incluso, puede causar aberraciones cromosómicas. No menos graves son las alteraciones en los sistemas nervioso e inmunológico que pueden producir los agrotóxicos metamidofós y clorpirifós.
Por otra parte, el análisis muestra que en Chile se están usando al menos cuatro plaguicidas que no se pueden usar o están prohibidos en la Unión Europea: buprofesin, myclobutanil (RV) permetrina (P) y metamidofós. Metamidofós está clasificado en la categoría extremadamente o sumamente peligrosos (1a) por su efecto agudo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El segundo plaguicida altamente tóxico (1a) es el metomil, que se halló en lechuga y pimentón. Ambos NO están recomendados en las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
El problema sanitario que revela este estudio muestra no sólo el impacto que ocasiona la fumigación sistemática sobre las familias de trabajadores agrícolas sino sobre nosotros los consumidores… Esperamos que las “autoridades” tomen la decisión de frenar su uso o accionamos desde nuestra posición?...
En la Argentina se llevará a cabo el Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados en la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba, lo que significa que "por primera vez la universidad pública asume el problema para discutirlo y estudiarlo en forma sistemática y profunda".
Aporte: Lic. Tania Pereira
Fuente:http://textosincendiarios-lectores.blogspot.com/2010/06/alarma-por-el-consumo-de-alimentos.html
http://www.agromeat.com/index.php?idNews=107075
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