En
Chile el Decreto Supremo Nº 158/04,
declara que son de notificación obligatoria y universal los brotes de Enfermedades Transmitidas por los
Alimentos (ETA). Este decreto da el marco normativo del sistema de
vigilancia chileno de enfermedades de riesgo, para que los centros de atención
primaria, laboratorios y ministerio quien procesa y elabora los informes
públicos.
En
Chile durante el año 2013 se notificó un total de 1.150 brotes de ETA con 7.778
casos, de los cuales 1,9% requirieron hospitalización y 0,1% falleció Sólo en
el 34,6% de los brotes se logró identificar el agente causal de la enfermedad,
y de estos, un 58,2% correspondió a Salmonella
spp. (Epiminsal, 2013). La
tendencia de los primeros meses del 2014 muestra que en el 36,8% de los brotes
se realizan muestras clínicas a los casos y solo en un 11,3% de los brotes se
logra identificar un agente. En el 92,6% de las muestras con agente
identificado resultaron positivas a Salmonella
spp. y un 7,4% a Vibrio parahaemolyticus. El lugar de
consumo del alimento fue principalmente establecimientos de expendio y/o
preparación de alimentos.
La ETA de origen viral que conforma el plan de
vigilancia es el virus de la hepatitis A y rotavirus. El virus de la hepatitis
A, en los últimos años, presenta una disminución sostenida en su tasa de
incidencia y de mortalidad.
Referente a las ETAs de origen parasitario, las
tasas de triquinosis en Chile presentan una tendencia al descenso desde 1991,
si bien hay una gran variabilidad por año, producto de la presentación en forma
de brotes esporádicos. Esta situación se ha revertido en los 2 últimos años
(2011-2012), presentándose tasas más altas.
Realidad
Internacional. Modelo
de vigilancia de Estados Unidos.
Estados Unidos
(EE.UU.) cuenta con un completo sistema de vigilancia epidemiológica para ETA´s.
Este sistema está constituido por 9 programas en línea para la vigilancia de:
brotes (FOOD), virus (CALICINET),
parásitos (DPDX), resistencia antibiótica en bacterias entéricas (NARMS), etc. La
mayoría de los sistemas de vigilancia de la CDC se basan en datos de las
agencias de salud estatales y locales. Más recientemente, los nuevos métodos de
vigilancia que han surgido mejoran la calidad, cantidad y oportunidad de los
datos (por ejemplo, los sistemas de vigilancia centinela y redes nacionales de
laboratorios).
FoodNet
(Foodborne disease active surveillance
network) recopila y supervisa la información sobre las ETA. Los datos de
FoodNet proporcionan la mejor medida de las tendencias de las enfermedades
transmitidas por los alimentos en los EE.UU.
El año 2013 FoodNet
identificó 19.056 casos de ETA causadas por bacterias y parásitos. 4.200
hospitalizaciones y 80 muertes entre los 48 millones de residentes de 10
estados (15 % de la población de EE.UU.). Las ETA’s monitoreadas a través de
FoodNet son las infecciones causadas por la bacteria Campylobacter, E. O157, Listeria, Salmonella, Shigella, Vibrio y
Yersinia, y los parásitos Cryptosporidium y Cyclospora.
En el caso de EE.UU. la
infección más frecuente fue causada por Salmonella
que representa el 38 % de las infecciones reportadas. Y en segundo lugar por
Campylobacter (35 %). Vibrio representó el 1,3 % de las
infecciones reportadas. En la figura se muestra el comportamiento de patógenos
bacterianos en EE.UU., donde E.coli,
Listeria, Salmonella y Yersenia
mantienen su incidencia anual. Mientras que Vibrio
y Campylobacter experimentar un
aumento en la tasa de incidencia.
Comparación
critica
Resulta muy
interesante de analizar el sistema de vigilancia de EE.UU. y al compararlo con
nuestro modelo de vigilancia, podemos distinguir el gran porcentaje de la
población que anualmente es diagnosticada
con ETA en EE.UU. Este gran porcentaje está dado por la gran inversión técnica
y desarrollo normativo, estatal y nacional para el control y registro de las
enfermedades. También es muy interesante analizar el diagnóstico que hace Estados
Unidos para las ETA de origen parasitario y viral. Lo que marca un gran desafió
para nuestro país en términos de desarrollo técnico y normativo.
Finalmente destacar dentro
de las ETA de origen bacteriano. EE.UU. genera y publica tendencias de los
últimos años para evaluar incremento o disminución de las incidencias por
especie bacteriana. Y confronta la incidencia anual con la reducción
proyectada. Lo que resulta muy útil para mejorar planes de vigilancia y control
(figura).
Con respecto a
patógenos emergentes como Campylobacter,
Cryptosporidium, Yersenia y Cyclospora resulta imprescindible incorporarlos dentro del plan de vigilancia de brotes
y de alimentos para poder tener un conocimiento real de su comportamiento y
poder generar acciones preventivas, y efectivos planes de control
Fuentes:
Aporte: Dácil Rivera
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