miércoles, 5 de septiembre de 2007

EL COSTO INVISIBLE DE LAS ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS

Los gobiernos deben incorporar acciones coordinadas para evitar la contaminación de los alimentos.


El derecho de cada persona al acceso a una alimentación nutritiva y sana es parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. No obstante, muchos países tienen un incipiente o ningún sistema de control de calidad e inocuidad para alimentos de consumo interno, a pesar de que han diseñado estos sistemas para productos alimentarios de exportación. Otros países aplican regulaciones sólo a alimentos comercializados localmente bajo marca, pero no al vasto sector informal.

Existen diversos factores por los que muchos países del hemisferio otorgan poca importancia a este tema:

a) ausencia de asociaciones fuertes de consumidores capaces de influenciar al sector público;

b) carencia de elementos de juicio o recursos económicos por parte del consumidor que le permita ser selectivo y así generar fuerzas de mercado;

c) invisibilidad del enorme costo económico y social de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).

Particularmente, la estimación del costo de las ETA debe recibir seria consideración por parte de las autoridades nacionales y de los organismos regionales e internacionales, como preámbulo para enfrentar seriamente este problema.

Los beneficios de una creciente cultura de calidad enfocada hacia el exterior deben extenderse también a los alimentos de consumo interno, para beneficio de los consumidores de las Américas.

Fuente: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura www.iica.int

Aporte: Guillermo Figueroa

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