Los exportadores y productores europeos señalan que las normas son
necesarias para evitar interrupciones en las importaciones alimenticias, dado
que las cadenas de suministro globales hacen cada vez más difícil garantizar.
Funcionarios
de la Unión Europea han adelantado que se permitirá la presencia de pequeñas
cantidades de organismos genéticamente modificados (OGM) en los alimentos
importados por la UE, bajo nuevas normas que serán propuestas pronto por la
Comisión.
Los
exportadores y productores europeos señalan que las normas son necesarias para
evitar interrupciones en las importaciones alimenticias, dado que las cadenas
de suministro globales hacen cada vez más difícil garantizar que las cargas con
destino a Europa estén totalmente libres de OGM aún no aprobados.
"La
Comisión europea ha dicho que quiere resolver este problema antes de fin de
este año, y presentaremos una propuesta en el futuro muy cercano", indicó
el portavoz de la Comisión de salud y consumidores Frederic Vincent.
El
borrador de la norma probablemente será presentado antes del receso de verano
en Europa, para permitir que los gobiernos y legisladores de la UE tengan
tiempo suficiente y puedan aprobarlo antes de fin de año, dijo otro funcionario,
que habló bajo condición de anonimato.
El
año pasado, la UE adoptó nuevas reglas que permiten que existan rastros de OGM
no aprobados en las importaciones de alimentos para animales, luego de que
varios cargamentos de Estados Unidos fueran bloqueados en los puertos europeos
por hallarse rastros de OGM en algunos de ellos.
El
problema surge por el ritmo lento en las aprobaciones de OGM en Europa, con una
brecha de hasta dos años entre las nuevas variedades aprobadas para los
cultivos en América del Norte y del Sur y su respectiva autorización por parte
de la UE.
Como
existe en el caso de los alimentos para animales, se espera que la propuesta
apunte a un umbral de tolerancia del 0,1 por ciento, y que los OGM en cuestión
deban estar aprobados en el país de exportación y tengan autorización de la UE.
Todas
las aprobaciones de importaciones de la UE están garantizadas tanto para
alimentos de consumo humano como animal, lo que refleja la naturaleza integrada
de la cadena de producción de materias primas.
Como
resultado, los funcionarios europeos señalan que era impracticable tener
umbrales de contaminación con OGM para las importaciones de alimentos para
animales pero no para consumo humano.
No
obstante, ante la fuerte oposición pública a los cultivos con OGM en gran parte
de Europa, cualquier plan para permitir incluso pequeñas cantidades de material
genéticamente modificado en los alimentos podría resultar controvertido.
Los
ambientalistas señalan que se desconoce cuál es el impacto de los OGM. No está claro
si la idea tiene respaldo mayoritario de los gobiernos de la UE, algo necesario
para convertirse en ley.
Aporte: Carla Uribe
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