Pruebas realizadas por el laboratorio de Protección al Consumidor
y el Ministerio de Agricultura confirmaron la presencia de contaminación con
Salmonella bareilly en el atún de aleta amarilla y rollos de atún picante
preparados con este atún que fueron retirados del mercado.
El Laboratorio Estatal de Higiene de Wisconsin (WSLH), de la Universidad
Wisconsin-Madison , demostró que la salmonella de esas muestras
de atún coincidía con la huella de ADN del brote de la cepa de aislada de las personas que se intoxicaron por consumir el atún
contaminado.
Estas pruebas de laboratorio confirmaron la evidencia anterior de que el atún
de aleta amarilla era la fuente de la contaminación, tal como se descubrió a
través de entrevistas y el rastreo de productos. Las muestras contaminadas
fueron tomadas y analizadas como parte de un esfuerzo en colaboración en el que
participaron funcionarios estatales y locales de Wisconsin e investigadores
federales.
El brote de infecciones con Salmonella bareilly afectó, hasta el momento, a 160
personas que se intoxicaron en 20 estados y el distrito de Columbia.
El 13 de abril, Moon Marine USA Corporation (MMI) de Cupertino, California
decidió retirar voluntariamente de la venta 58.828 libras (26.684
kilos) de productos congelados de atún de aleta amarilla crudo, etiquetado como
Nakaochi Scrape AA o AAA. Este producto se elabora con restos de carne de atún
que se retira de las espinas y tiene la apariencia de atún desmenuzado.
Si bien el producto no está disponible para la venta a consumidores
particulares, puede haberse empleado para preparar sushi, sashimi, ceviche y
platos similares en restaurantes y tiendas de comestibles. La Administración Federal
de Alimentos y Medicamentos (FDA) continúa rastreando el atún retirado del
mercado, desde la empresa hasta la etapa de distribución.
Desde febrero, 15 residentes de Wisconsin sufrieron infecciones con Salmonella
bareilly confirmadas por el laboratorio, que coinciden con las huellas de ADN
de la cepa que ocasionó el brote en todo el país. Tres de esos pacientes fueron
internados y todos de recuperan de la infección.
Autoridades sanitarias estatales y locales continúan realizando controles para
detectar otros casos y colaboran con la investigación nacional en curso
entrevistando a los pacientes para conocer sus antecedentes alimenticios y
otras exposiciones. Utilizan estos datos para rastrear los alimentos que
consumieron las personas intoxicadas a través de la cadena de distribución
hasta su origen.
Fuente: fsis.com
Aporte: María Rene Rey
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