En este estudio, publicado por FASEB Journal, en Junio
2013, donde se alimentaron a ratones con un "cóctel" de
contaminantes, los cuales fueron mezclado en bajas dosis, el equipo de Le
Magueresse Battistoni, del INSERM Francia,
añadieron dos contaminantes persistentes en el ambiente (dioxinas y PCB)
y dos contaminantes no persistentes (libre de ftalatos y bisfenol A) a la dieta
alta en grasas (obesógeno) de los ratones en dosis bajas. Estos productos
fueron elegidos porque están presentes en la alimentación humana y porque son
conocidos para desencadenar trastornos endocrinos.
Los ratones mostraron cambios en el metabolismo,
que difieren entre los machos y las
hembras. El estudio consiguió aportar pruebas de que a dosis bajas de
contaminantes, incluso a los niveles considerados sin efectos en la salud en
los seres humanos, pero de hecho, afecta a los humanos cuando los contaminantes
son combinados con una dieta alta en calorías, se pueden alterar rutas
metabólicas importantes dependiente del sexo en los ratones.
El estudio mostró que los efectos de estos contaminantes eran altamente dependientes del género del animal, con las mujeres que sufren de intolerancia a la glucosa y alteraron la vía del estrógeno.
El estudio mostró que los efectos de estos contaminantes eran altamente dependientes del género del animal, con las mujeres que sufren de intolerancia a la glucosa y alteraron la vía del estrógeno.
En los hombres, los contaminantes de bajo nivel se
observaron para alterar el colesterol y el metabolismo lipídico.
Aporte: Esteban Bonilla
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