Salmonella y norovirus son los principales riesgos que afectan a fresas,
frambuesas y arándanos
La globalización del
comercio internacional y los acuerdos que Chile ha firmado con importantes
países y regiones, abren claras posibilidades para que el país fortalezca el
desarrollo de producción y comercialización en su fruticultura, sobre todo en
la exportación de berries a la Unión Europea. Para esto Chile debe tomar todas
las medidas en el ámbito de la seguridad alimentaria en la producción primaria
en particular en aquellos alimentos en
los cuales se han detectado presencia de bacterias y virus.
De acuerdo a un estudio
reciente elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), establece
que la lluvia, el empleo de agua contaminada para riego o la aplicación de plaguicidas
y equipos contaminados son los principales factores de contaminación de
norovirus y Salmonella de estos frutos silvestres.
RIESGOS
EN LA PRODUCCIÓN PRIMARIA
Las principales conclusiones
a las que han llegado los expertos es que la contaminación por Salmonella, está influenciada por
aspectos ambientales (proximidad con granjas de animales y condiciones
climáticas), el uso de estiércol sin tratar o la utilización de agua para fines
agrícolas contaminada. Factores similares serían los que incidirían en la
contaminación por norovirus.
Además, en ambos casos,
la contaminación cruzada en la
producción primaria representa uno de los mayores riesgos, en
particular a través de los manipuladores. Para reducirlo, en el caso de Salmonella el
lavado con los desinfectantes adecuados es eficaz, pero esta eficiencia no se
ha demostrado con los norovirus.
Debe tenerse en cuenta,
según la EFSA, que los "estudios sobre la prevalencia de norovirus en
berries son limitados y que los datos cuantitativos sobre la carga viral son
escasos". Ello no excluye, sin embargo, que deba desarrollarse un criterio de higiene de norovirus para
frambuesas y fresas congeladas.
BUENAS
PRÁCTICAS PARA MENOR RIESGOS
De acuerdo con el
informe de la EFSA, la prevención, tanto
de Salmonella como de norovirus en la
producción y procesada de berries, reside en la correcta aplicación de BPA, BPH y BPM Estos sistemas de gestión,
si se utilizan a lo largo de toda la cadena de producción, influyen de forma
directa en el control de riesgos microbiológicos. Se presta especial atención a las fuentes de agua de
riego, los productos químicos agrícolas como fungicidas y la entrada de agua
contaminada por aguas residuales. Estas herramientas deben garantizar que los
productos están protegidos frente a cualquier foco de contaminación, que los
lugares donde se manipulan se mantienen limpios y desinfectados y que se llevan
a cabo los análisis pertinentes.
Dados los niveles de
competencia que existen en la industria frutícola mundial, el apoyo en la
promoción de exportaciones y la búsqueda de nuevos mercados pasa a ser un factor
determinante en la mantención del liderazgo y la participación que ha logrado
Chile. Los principales mercados de destino de la fruta chilena (Estados Unidos
y Europa) han comenzado a establecer normativas para exigir programas de buenas
prácticas a lo largo de toda la cadena de los productos frutícolas, así como
también estrategias fiscalizadoras relacionadas con su cumplimiento, todo esto
con el objetivo de proteger la salud de los consumidores.
Aporte: Massiel
Villanueva
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