martes, 29 de julio de 2014

Causas y control de la contaminación de frutos rojos

Salmonella y norovirus son los principales riesgos que afectan a fresas, frambuesas y arándanos

La globalización del comercio internacional y los acuerdos que Chile ha firmado con importantes países y regiones, abren claras posibilidades para que el país fortalezca el desarrollo de producción y comercialización en su fruticultura, sobre todo en la exportación de berries a la Unión Europea. Para esto Chile debe tomar todas las medidas en el ámbito de la seguridad alimentaria en la producción primaria en particular en aquellos alimentos  en los cuales se han detectado presencia de bacterias y virus.

De acuerdo a un estudio reciente elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), establece que la lluvia, el empleo de agua contaminada para riego o la aplicación de plaguicidas y equipos contaminados son los principales factores de contaminación de norovirus y Salmonella de estos frutos silvestres.

RIESGOS EN LA PRODUCCIÓN PRIMARIA

Las principales conclusiones a las que han llegado los expertos es que la contaminación por Salmonella, está influenciada por aspectos ambientales (proximidad con granjas de animales y condiciones climáticas), el uso de estiércol sin tratar o la utilización de agua para fines agrícolas contaminada. Factores similares serían los que incidirían en la contaminación por norovirus.

Además, en ambos casos, la contaminación cruzada en la producción primaria representa uno de los mayores riesgos, en particular a través de los manipuladores. Para reducirlo, en el caso de Salmonella el lavado con los desinfectantes adecuados es eficaz, pero esta eficiencia no se ha demostrado con los norovirus.

Debe tenerse en cuenta, según la EFSA, que los "estudios sobre la prevalencia de norovirus en berries son limitados y que los datos cuantitativos sobre la carga viral son escasos". Ello no excluye, sin embargo, que deba desarrollarse un criterio de higiene de norovirus para frambuesas y fresas congeladas.

BUENAS PRÁCTICAS PARA MENOR RIESGOS

De acuerdo con el informe de la EFSA, la prevención, tanto de Salmonella como de norovirus en la producción y procesada de berries, reside en la correcta aplicación de BPA, BPH y BPM Estos sistemas de gestión, si se utilizan a lo largo de toda la cadena de producción, influyen de forma directa en el control de riesgos microbiológicos. Se presta especial atención a las fuentes de agua de riego, los productos químicos agrícolas como fungicidas y la entrada de agua contaminada por aguas residuales. Estas herramientas deben garantizar que los productos están protegidos frente a cualquier foco de contaminación, que los lugares donde se manipulan se mantienen limpios y desinfectados y que se llevan a cabo los análisis pertinentes.

Dados los niveles de competencia que existen en la industria frutícola mundial, el apoyo en la promoción de exportaciones y la búsqueda de nuevos mercados pasa a ser un factor determinante en la mantención del liderazgo y la participación que ha logrado Chile. Los principales mercados de destino de la fruta chilena (Estados Unidos y Europa) han comenzado a establecer normativas para exigir programas de buenas prácticas a lo largo de toda la cadena de los productos frutícolas, así como también estrategias fiscalizadoras relacionadas con su cumplimiento, todo esto con el objetivo de proteger la salud de los consumidores.

Aporte: Massiel Villanueva


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