El
agua salpicada al lavar el pollo crudo puede diseminar el Campylobacter.
La Agencia de Inocuidad
Alimentaria Británica (FSA) con motivo de la Semana de la Inocuidad Alimentaria
2014 dio a conocer la campaña: “No lave el pollo crudo” esto debido al peligro
de la propagación del Campylobacter jejuni
al manipular este alimento.
Un estudio de la FSA
revelo que 44% de los consumidores lava el pollo antes de prepararlo, sin
embargo salpicar el agua de lavado de pollo puede propagar el Campylobacter, contaminando otras
superficies o alimentos generando un
mayor riesgo por contaminación cruzada.).
La infección por este patógeno es altamente frecuente debido a que
sobrevive a temperaturas de refrigeración y congelamiento (-20°C a -70°C). Los
síntomas suelen ser fuerte dolor abdominal y diarrea que dura entre dos y cinco
días.
Las infecciones gastrointestinales
causadas por Campylobacter jejuni afectan anualmente a 280.000 británicos,
siendo los grupos más vulnerables niños, ancianos, y personas inmunodeprimidas.
Además 4 de cada 5 casos de infecciones por Campylobacter
provienen del consumo de pollo contaminado, y se estima que esta bacteria es
responsable de más de 100 muertes al año en el Reino Unido.
El objetivo de este
comunicado es informar y educar a los consumidores sobre las medidas que deben
tomar en sus hogares para protegerse de
la contaminación cruzada, la FSA recomienda:
1.
Almacenar el pollo crudo en un envase
cerrado en la parte inferior de la refrigeradora.
2.
No lavar el pollo crudo, ya que la cocción
eliminará cualquier bacteria presente
3.
Lavar con detergente y luego sanitizar los
utensilios usados
4.
Lavarse bien las manos antes y después de
manipular el pollo crudo
5.
Cocinar el pollo a fondo y comerlo bien
caliente.
Fuente: Agencia de
Seguridad Alimentaria Británica (FSA),
Aporte: Virginia
Estévez, Dácil Rivera y Diego Vinueza
Fecha: 22/junio/2014
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