El marcado con láser de frutas ofrece información
individualizada para cada pieza y aumenta la trazabilidad alimentaria sin
arriesgar la vida útil.
La Agencia de
Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA) acaba de aprobar el etiquetado
mediante el marcado con láser en los cítricos. Se trata de un paso importante
en el país, después de cinco años de evaluación de la nueva tecnología y sus
beneficios en el campo de la trazabilidad de
la fruta.
Hoy en día, la mayoría
de las frutas vienen marcadas por pequeñas pegatinas a través de las cuales se
informa al consumidor sobre las características del producto. Pero este sistema
de trazabilidad cuenta con otro método de marcado, sobre todo en los cítricos,
que graba en la piel de la fruta
la información. Este marcado se realiza mediante un láser que usa sustancias que
ayudan a distinguir ciertas partes de la fruta del resto de la superficie. La
Unión Europea aprobaba en 2013 un reglamento que permitía este marcado y EE.UU.
lo acaba de hacer de forma definitiva en cítricos.
En el año 2013, la
Unión Europea aprobaba un reglamento que
permitía el uso de "tatuajes" hechos con láser para marcar la piel de
ciertas frutas como cítricos,
melones o granadas. Con esta nueva medida, se añadía una nueva clase de
aditivos, los denominados "potenciadores del contraste", y se daba el
visto bueno al uso de óxidos e hidróxidos de hierro (E 172) para aplicar en la
superficie de frutas o verduras tras la despigmentación de ciertas partes y
mejorar el contraste con el resto de la superficie.
Con el nuevo sistema de
marcado, se podría eliminar la pequeña pegatina tradicional por una especie de
tatuaje en la superficie de la piel donde quedaría grabada toda la información (procedencia, fecha de caducidad, códigos de
barra, etc.) esto sin necesidad de utilizar papel o tinta.
El uso de óxidos e hidróxidos de hierro, se aplica en pequeñas cantidades en la
superficie de la piel, de manera que solo afecta a la parte externa de la fruta
y no la parte interna. La información es individual para cada una de ellas sin
que se ponga en riesgo la vida útil de la pieza y aumentando la trazabilidad
alimentaria.
Esta tecnología presenta
una serie de ventajas frente a los métodos tradicionales como las etiquetas
adhesivas de papel. Facilita la trazabilidad del producto, ya que proporciona
un marcaje más fiable y duradero brindando al consumidor la certeza de consumir
una determinada marca. También reduce costos al eliminar la necesidad de usar
papel, tinta y pegamento en las etiquetas adhesivas, lo que también representa
ventajas medioambientales y para la inocuidad final de los alimentos.
Facilita así mismo la
manipulación, la logística y el almacenamiento de la fruta, evitando posibles
contaminaciones de esta.
Aporte:
Massiel Villanueva
Fuente:
http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/
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