La
promoción de la inocuidad de los alimentos cada vez toma mayor peso, y su objetivo
persigue alcanzar alta calidad en los
productos alimentarios, es por esto que la aplicación del análisis de riesgo ha ido en aumento.
Gran
preocupación se generó en el mercado de los alimentos, al inicio del 2013 por el escándalo en el reino unido donde
se detectó ADN equino en carnes de hamburguesas y salsas boloñesas; por
tanto la Agencia de Alimentos Británica (FSA) extendió las pruebas a colegios,
supermercados y hospitales, y se solicitó pruebas para detectar presencia de
Fenilbutazona, medicamento usado en los caballos que causa graves consecuencias en el hombre.
Los
expertos se reunieron en Europa en mayo de 2013 en la Conferencia para
Combatir el Fraude Alimentario, y plantearon que los esfuerzos deben dirigirse
a la prevención, identificando los principales puntos de control y
anticipándose a la aparición del riesgo, ¿es esto realmente posible?, aun no se conoce
la respuesta.
De
esta manera, se sugiere la implementación de un proceso operacional de
identificación de riesgos emergentes, que se pueda sistematizar de tal manera
que esté disponible en los sistemas de información de las empresas y que se
acople a los sistemas de gestión existentes como HCCP y trazabilidad.
Para
lograr este propósito es necesario hacer uso de herramientas como las TICs (Tecnologías de la Información y
comunicaciones), con las cuales las empresas pueden:
·
Compartir
la información y colocarla a disposición de los especializados en el proceso
operacional para realizar el análisis y evaluación de las posibles situaciones
de riesgo.
·
Conectarse
automáticamente con las fuentes más importantes sobre seguridad alimentaria.
Empresas
alimentarias de nivel internacional, invierten tiempo y recursos
consultando las bases de datos de alertas en las fuentes más interesantes y en el
análisis de la información relacionada con la actividad de la empresa, filtrando toda la información para
identificar lo que realmente es de su interés; como son notificaciones de
alerta, rechazos en fronteras entre otros.
Esto se
logra analizando bases de datos como RASFF, que emite un boletín anual con información relevante de riesgos
alimentarios con datos estadísticos de gran interés para las empresas; sin
embargo, para lograr tener la información a tiempo real es necesario monitorizar
otras bases
de datos internacionales como las de la FDA y FSA del reino unido.
Para
optimizar los recursos y el tiempo, se crea Food Alert una herramienta diseñada en AINIA (Centro Tecnológico), que monitoriza
las bases de datos oficiales de alertas alimentarias antes mencionadas y filtra
la información de forma automática seleccionando
solo aquella que se ajusta a las necesidades de la empresa y la entrega por
medio de dos canales:
·
vía
web a
través de una plataforma online.
·
vía
correo
electrónico a través de
boletines informativos cada vez que se produce una alerta importante.
Food
Alert permite generar gráficos y tablas estadísticas y exportarlos a
informes PDF o Word de forma automática.
Es
así como las
empresas pueden tomar decisiones más seguras y mejorar la imagen y confianza antes
sus clientes y consumidores.
Aporte: Yuleisy Agamez G.
Fuentes:
Oficina
Regional de la FAO para América Latina y el Caribe,
Ainia
Comunidad, blogs de tecnología
Codex Alimentarius,
Normas Internacionales de los Alimentos, http://www.codexalimentarius.org/codex-home/es/
El Mundo
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