martes, 7 de enero de 2014

Como prevenir  el riesgo de adquirir Salmonella por el consumo de huevos

Medidas a considerar según la CDC para impedir la contaminación

Los huevos, al igual que la carne, el pollo, la leche y otros alimentos, no causan enfermedades si se manipulan de manera adecuada. Los huevos en su cáscara se conservan mejor en el refrigerador y representan menos riesgos de enfermar si se cocinan completamente de manera individual y se consumen  de inmediato.
Al cocinar los huevos, se reduce el número de bacterias presentes; sin embargo, un huevo con la yema líquida sigue presentando un riesgo mayor que otro con la yema bien cocinada. Las claras y las yemas poco cocidas han sido asociadas a brotes de infecciones por Salmonella Enteritidis. Las claras y las yemas de los huevos deben consumirse poco después de prepararse y no se deben mantener bajo el calor o a temperatura ambiente por más de 2 horas.

Principales medidas a considerar para prevenir el riesgo:
1.    Mantener los huevos  refrigerados  (≤7°C) todo el tiempo.
2.    Lavarse las manos, los utensilios de cocina y las superficies de preparación de comida con agua y detergente si han estado en contacto con huevos crudos.
3.    Los huevos deben cocinarse hasta que la clara y la yema estén firmes y consumirse poco después de preparados.
4.    Evitar el consumo de huevos crudos o a medio cocer, especialmente en niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Una persona infectada por las bacterias de Salmonella Enteritidis presenta fiebre, dolor de estómago y diarrea a partir de las 12 a 72 horas después de haber consumido un alimento o una bebida contaminado. La enfermedad dura generalmente de 4 a 7 días y en la mayoría de los casos las personas se recuperan sin necesidad de recibir un tratamiento con antibióticos. Sin embargo, la diarrea puede ser muy intensa y hacer que la persona se enferme tanto que requiera ser hospitalizada.


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