miércoles, 27 de agosto de 2014

Reducen los niveles de E. coli gracias al uso de bacteriófagos

La metodología, aun por validar, ayudaría a reducir brotes y a disminuir el uso de preservantes artificiales.

Los bacteriófagos, también denominados fagos, son virus que infectan las bacterias y las elimina. Están presentes abundantemente en la naturaleza y, por lo tanto, se detectan a menudo en la superficie de carnes frescas, pescado y otros alimentos. El uso de bacteriófagos en el control biológico de la cadena alimentaria para inhibir y erradicar las bacterias patógenas o de descomposición de los alimentos y para reducir la resistencia a los antibióticos, atrae de manera creciente el interés de investigadores y de la industria. Los diferentes bacteriófagos funcionan contra bacterias específicas. Cuando un bacteriófago se encuentra con su bacteria específica, se fija en la pared celular, la penetra e introduce el ADN, y destruye la capacidad de la bacteria para funcionar o duplicarse. Cada bacteriófago tiene sus propiedades características, incluyendo la reactividad cruzada y la habilidad para mantener su integridad física en ambientes diferentes.

En la universidad de Purdue,  en Estados Unidos, se realizó un  estudio que mostró que al tratar los alimentos con bacteriófagos o fagos seleccionados podría reducir de forma significativa sus concentraciones de E. coli, bacteria que se encuentra en el sistema digestivo de los animales y los seres humanos. Aunque generalmente son inofensivas, algunas cepas son patógenas y pueden contaminar los alimentos, el agua y el medioambiente. Cientos de miles de personas se enferman cada año a causa de la E. coli y se producen cientos de muertes. En los últimos años, ha habido un aumento de los brotes, con un impacto significativo  en los sistemas de salud y la producción agrícola

En concreto, los investigadores han logrado prácticamente erradicar una cepa de E. coli productora de toxina en espinacas y carne picada contaminadas, logrando reducir su concentración hasta casi el 99% en algunos casos. Por tanto, el estudio, publicado en el Journal of Animal Science, sugiere que podría ser una herramienta efectiva para garantizar la seguridad de los alimentos. La cepa utilizada en el estudio fue (E. coli O157:H7).y la  mayor parte de infecciones por esta bacteria están causadas por comer carne contaminada poco cocinada, pero los brotes asociados con productos frescos como las espinacas están en aumento. Es por esto que se insiste en la cocción a temperaturas fueras de peligro a las carnes y la sanitizacion de las verduras crudas.

El profesor Paul Ebner explica que inocularon las muestras con una cantidad de E. coli muy superior a la que se suele encontrar en los alimentos contaminados. Entonces trataron el alimento con un “cóctel de fagos”, un líquido que contenía tres tipos de fagos seleccionados por su capacidad de eliminar rápida y eficientemente a E. coli. Emplear una variedad de fagos también previene que las bacterias desarrollen resistencias, así se observó a las 24 horas que el tratamiento había reducido las concentraciones de E. coli en la espinaca, almacenada a temperatura ambiente, en más del 99,9%. Tras 48 y 72 horas, descendió en más del 99,8% y casi el 99,8%, respectivamente y en carne picada almacenada a temperatura ambiente, los fagos eliminaron alrededor del 99% de E. coli en 24 horas. En el caso de la carne refrigerada y poco cocinada, los niveles de la bacteria descendieron cerca del 68% y 73%, respectivamente. Se estima que luego de estos estudios, se deben validar por las autoridades competentes y así comenzar a utilizarlo en las grandes industrias, protegiendo así la salud de los consumidores.

Aporte: Paz Quiroga


Fuente: http://www.revistaalimentaria.es/portadas_alimentaria/PDF105.pdf

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