El uso de algunos fertilizantes y de agua de riego contaminada con perclorato,
puede causar acumulación en frutas y verduras.
Los percloratos
son las sales del ácido perclórico (HClO4). Son incoloros y no tienen
olor, son solubles en agua y generalmente tienen gran movilidad en el
suelo. El perclorato (ClO4), es un contaminante químico que se libera al ambiente
desde fuentes naturales y antropogénicas (fuentes humanas). Se pueden acumular
en frutas y verduras a través de uso de fertilizantes y agua de riego
contaminada con perclorato. También se ha encontrado en la leche, ésta se
contamina debido a que las vacas han consumido forraje que contiene perclorato.
Aunque
la mayor parte del perclorato que entra al cuerpo se elimina rápidamente (orina
y heces), la presencia de perclorato en numerosos alimentos y en algunos
suministros de agua potable sugiere que puede ocurrir exposición a diario.
Este
perclorato se absorbe en el tracto intestinal. El
principal órgano afectado por perclorato en seres humanos es la glándula
tiroides. El perclorato inhibe parcialmente la incorporación de yodo por parte
de la tiroides. El yodo es un elemento esencial para la síntesis de hormonas
tiroideas. Las hormonas tiroideas regulan ciertas funciones del cuerpo luego de
ser liberadas a la corriente sanguínea. Aunque no se ha demostrado en seres
humanos, se presume que personas expuestas prolongadamente a cantidades
excesivas de perclorato pueden desarrollar una glándula tiroides que produce
una cantidad reducida de hormonas tiroideas. En experimento con ratas, se ha
observado aparición de tumores a largo plazo y cambios histopatológicos en la
glándula mamaria.
El
contenido máximo provisional fijado por la comisión europea para frutas y
hortalizas es de 500 mg/kg, a excepción de las hortalizas cultivadas en
invernaderos, que sería de 1000 mg/kg . Las espinacas, uvas, cítricos,
tubérculos, melón y sandías, es de 200mg/kg.
Según
la EFSA, los grupos de riesgo a los efectos
del perclorato son los recién nacidos y los niños que tienen una deficiencia de
yodo, debido a que sus depósitos de yodo son muy pequeños.
EFSA
concluye que se deben tomar más muestras que determinen los niveles de
percloratos en los alimentos, para así mejorar la evaluación del riesgo,
especialmente en vegetales, leche y productos lácteos y leches en polvo
destinadas a bebes.
Fuente: Achipia
Aporte Gloria Olavarría
Avello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario