viernes, 1 de julio de 2016

América Latina y el Caribe buscan reducir el riesgo de desastre en la agricultura y la Inocuidad alimentaria.

Entre 2003 y 2014 el costo de los desastres naturales en la región alcanzó USD 34.300 millones, afectando a 67 millones de personas.
Ministros y altas autoridades de los países de la región se  reunieron en Paraguay desde el 8 al 9 de junio del presente año para avanzar en la implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030.
Dentro del marco de esta reunión, se realizo un evento paralelo el cual busca adoptar una estrategia regional de gestión de riesgos de desastres para el sector agrícola y para la seguridad alimentaria, que se enmarca en el “Plan de  Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
 A través de programas de gestión de riesgo y sistemas de alerta temprana, se busca tener una atención apropiada de desastres de origen socio-naturales que puedan afectar la disponibilidad de alimentos en la región.
“La meta para nuestra región es lograr sistemas productivos más resilientes, más productivos y eficientes, que preserven la base productiva de los recursos naturales y tengan la capacidad de soportar riesgos y choques” señaló Jorge Meza, encargado de la Iniciativa Regional de la FAO enfocada en la gestión de riesgo de desastres.
Según la FAO un 70% de las emergencias corresponde a desastres vinculados al clima y entre el 2003 y 2014 el costo alcanzo USD 34.300 millones, una cuarta parte de las pérdidas a nivel global, afectando a cerca de 67 millones de personas.
Según el Índice de riesgo climático global publicado en 2016, tres de los cinco países con mayor riesgo están en América Latina y el Caribe.
Según la FAO, entre el 2003 y el 2013 el sector agrícola de los países de América Latina y el Caribe sufrió 16 % de los daños y pérdidas causadas por desastres y dentro de este mismo el 71% de los efectos afecto a los cultivos, el 13% a los bosques, el 10% a la ganadería y el 6% a la pesca, lo cual hace que el impacto económico sea devastador para este sector.
A través de la gestión de riesgos de desastres, el uso sostenible de los recursos naturales y la adaptación al cambio climático la FAO apoya a los países y trabaja mejorando estos sistemas nacionales de gestión de riesgo que afectan la seguridad alimentaria en los países del Consejo Agropecuario del Sur, potenciando la cooperación Sur-Sur entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y así lograr que los países de la región logren fortalecer su seguridad alimentaria.
Aporte: Bárbara Palma Meza.

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