lunes, 4 de julio de 2016

Micro y nanoplásticos, un problema emergente en alimentos

El desecho de plástico en el mar es un problema para nuestra salud
Recientemente la Autoridad Europea de Inocuidad Alimentaria (EFSA), ha solicitado tomar atención en un asunto que viene pisándonos los talones hace bastantes años. Según la Organización de las Naciones Unidas, se estima que cada milla cuadrada de océano contiene un promedio de 46 mil trozos de plástico. En el Océano Pacífico existe una cantidad tal que podría cubrir dos veces el área que ocupa Estados Unidos. Pero no se trata solo de plástico flotando en el mar, los componentes degradados del plástico se están convirtiendo en el alimento de los animales marítimos, y en consecuencia, terminará en nuestros platos.
Desde la década de 1970 se crearon los primeros informes sobre pequeñas partículas y fragmentos de plásticos en el océano, pero desde los años 2000 se ha introducido el término “microplásticos”, éste se utiliza para describir las partículas de plástico con un límite superior de tamaño de 5 mm. El peligro químico de estas partículas se enfoca en su capacidad de acumular Bifenilos Policlorados (PCB) e Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAP) y también puede haber residuos de Bisfenol A (BPA). Además se ha declarado la existencia de nanoplásticos, partículas que llegan a medir entre 0,1 micras o 1 a 100 nanómetros, éstas son originadas a partir de material de ingeniería o por la fragmentación de los MP.
Tras el reconocimiento de este problema emergente, la EFSA a través de la Comisión Técnica de Contaminantes de la Cadena Alimentaria (CONTAM), publicó una declaración sobre los MP y NP en los alimentos. Según este informe existe evidencia de que los MP se pueden transferir a distintos niveles tróficos. Se registró concentraciones altas de MP en el estómago e intestinos de peces, pero dado que las vísceras no son consumidas no existe exposición. Pero, según la declaración de CONTAM, los MP pueden llegar a alimentos de origen terrestre, ya que en la producción de aves de corral y cría de cerdos se utiliza la harina de pescado. Volviendo a alimentos de origen marino, se hallaron partículas en moluscos bivalvos (como ostras y mejillones), dado que nos alimentamos de sus tractos digestivos estamos expuestos a estas partículas de plástico. Según el Dr. Peter Hollman, miembro del grupo de trabajo que cooperó en el desarrollo de la declaración sobre MP y NP en los alimentos, estima que 225 gramos de mejillones podrían contener 7 microgramos de MP.
Chile posee una extensa franja de mar que rodea nuestras costas y, considerando que hasta el año 2014 se estimó un consumo de 22 kilos de productos pesqueros por habitante al año, es relevante responder al llamado de la EFSA de aumentar la investigación sobre contaminantes generados por nuestros residuos plásticos que ya se encuentran presentes en la cadena alimentaria. Cabe destacar que debemos generar consciencia sobre el impacto ambiental que provoca nuestra falta de rechazo, reciclaje, reducción y/o reutilización de materiales como el plástico que ya invade nuestras materias primas.

Aporte: Patricia Madrid Montt



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