miércoles, 1 de agosto de 2012

Cubitos de hielo mas seguros

El contacto directo del hielo con las comidas y las bebidas puede causar problemas.
El hielo se consume en las bebidas de manera natural y habitual y, a menudo, se desconoce el origen del agua. Este producto en general no  es de alto riesgo, pero si se  ignora la calidad del agua o se prepara inadecuadamente  puede causar graves toxiinfecciones alimentaria. En este artículo se indican las  precauciones que se deben tomar al comprar, preparar y consumir hielo.

Al comprar. El hielo se puede adquirir en muchos establecimientos, desde supermercados hasta pequeños comercios, e incluso, en las gasolineras. En todos ellos hay que asegurarse de que el hielo está en bolsas precintadas. Este tipo de envase indica que su procedencia es industrial y, por tanto, que cumple con los requisitos de seguridad y de calidad, es decir, que se ha elaborado con agua exenta de patógenos. Los locales de fabricación de hielo están sujetos normativas y cumplimiento de condiciones higiénico-sanitarias estrictas.

Al preparar. En casa, el factor principal es la higiene de las cubiteras. Antes de verter el agua en ellas, es preciso asegurarse de que están limpias y desinfectadas. Los recipientes más grandes, como las hieleras, deberán limpiarse cada vez que se vuelvan a llenar con cubitos. Al congelar agua, no conviene utilizar recipientes o moldes que se usan para otras fines, ya que podrían contener restos orgánicos o suciedad que contaminen los cubitos. Por supuesto, en  la elaboración de cubitos de hielo es imprescindible el uso de agua potable.

Al consumir. Si se ha comprado una bolsa de hielo, es fundamental lavar y secar la bolsa antes de abrirla para extraer los cubitos. Cuando el consumo es en un bar, un restaurante o una cafetería, conviene prestar atención a la higiene de las cubiteras -si están a la vista- y a la limpieza de los vasos . Si aparece algún tipo de suciedad o elemento extraño en el cubito de hielo, será preciso cambiarlo. En cualquier caso, el sector de  hotelería debe cumplir con las normas sanitarias para que el hielo que se ofrece al consumidor no implique un riesgo.
El hielo se compone de agua, una sustancia con propiedades físicas, químicas y biológicas que la hacen única y la constituyen como la base de todas las comunidades habitadas. La polución y la contaminación son las responsables de los desequilibrios del agua y, por tanto, de su calidad e inocuidad.
Aporte: Marcelo Canto S.
Fuente: www.consumer.es

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