martes, 30 de septiembre de 2014

Salud de los animales, sinónimo de Inocuidad alimentaria

La vigilancia y el control de las enfermedades de los animales destinados al consumo humano repercuten en beneficio de la salud de las personas

Los alimentos de origen animal tienen un papel determinante en una dieta equilibrada. Por eso, la producción de carne, leche o huevos debe fundamentarse en intentar reducir cualquier tipo de riesgo desde la explotación. El término "de la granja a la mesa" identifica esta necesidad y destaca estos primeros pasos de la producción como una parte de la cadena alimentaria esencial para la inocuidad alimentaria. De hecho, para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es primordial "el apoyo a los sistemas de vigilancia de las enfermedades animales". 

Los microorganismos patógenos están presentes en animales y su entorno y las enfermedades animales pueden incidir también en la seguridad de los alimentos. De ahí que para la FAO la sanidad de los animales sea una de las partes de la cadena alimentaria más vulnerable, que precisa mayor atención. En un informe de la FAO publicado en 2013 se reconocía que el "70% de las nuevas enfermedades humanas infecciosas detectadas en las últimas décadas son de origen animal". Por ello, es importante darle a la sanidad animal la atención necesaria para evitar que los riesgos detectados en este sector se extiendan al de la seguridad alimentaria.

La prevención es la clave

Una de las prioridades es que, a través de la armonización de métodos en todo el mundo, se reduzca el impacto y la propagación de las enfermedades. El objetivo es prevenir, detectar y responder a posibles brotes.

Las zoonosis de origen alimentario se pueden transmitir de forma directa o indirecta de animales a personas. En esta contaminación están implicados patógenos, bacterias, toxinas y parásitos, que se encuentran, en la mayoría de los casos, en el tracto intestinal de los animales. La prevención en la granja es fundamental, ya que si los animales no se manipulan de manera correcta, los riesgos pueden permanecer a lo largo de toda la cadena de producción, en especial durante el momento del sacrificio.

La sanidad animal como prioridad

Según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en la Unión Europea cada año se confirman más de 320.000 casos humanos de enfermedades zoonóticas transmitidas por alimentos. La mayoría de las enfermedades pueden evitarse con medidas de prevención adecuadas. La colaboración entre expertos en salud veterinaria y humana es primordial para promover medidas de salud y de prevención para los animales y las personas y para reducir la incidencia de enfermedades.

Los programas de vigilancia sirven como mecanismo para la supervisión y la mejora constante de la calidad de los alimentos mediante la detección de las enfermedades de transmisión alimentaria o la contaminación en la producción de los alimentos y la puesta en marcha de respuestas apropiadas. Dado que el desafío está en producir alimentos inocuos a precios asequibles, los programas de vigilancia tienen que ser sensibles, prudentes y rentables.

Aporte: Massiel Villanueva


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