Solo
2 muestras superaron el valor de detección de radiación total con pequeños
niveles de U-234 y U-238.
La
Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (Food Standards Office, FSA)
publicó un estudio sobre los niveles de sustancias radioactivas encontradas
normalmente en agua embotellada. El estudio fue realizado en respuesta al
aumento sostenido en el consumo de agua embotellada y su objetivo fue establecer
los límites de sustancias radioactivas de diferentes fuentes de agua potable,
los que serán incorporados a la Ley Inglesa en Noviembre 2015.
La
radiación ionizante que emiten algunas sustancias radioactivas presentes en el
agua de consumo puede ocasionar peligros radiológicos. Estos peligros no suelen
tener consecuencias significativas para la salud pública, sin embargo la
exposición a esta fuente de radiación debe ser monitoreada. Legalmente, el agua
embotellada es considerada un alimento y éstos suelen contener bajos niveles de
radiación en forma natural. La dosis promedio anual de radioactividad natural
en los alimentos es de 0,3 milisieverts (mSv) app, de los cuales no más de 0,03
mSv provienen del agua potable. A su vez, la dosis promedio anual de todas las
fuentes de radioactividad natural en el Reino Unido es de 2,2 mSv. La mayor
parte de esta dosis proviene del Radón y algunas personas pueden recibir dosis
mucho más altas (hasta 100 mSv/ año) según el lugar donde viven.
Se
recolectaron 28 muestras de agua embotellada desde supermercados, fabricantes y
mayoristas tales como: Tesco, Asda, Sainsbury’s, Co-op de Morrison, Waitrose, Aldi,
Lidl y Iceland, en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, en Enero y
Febrero 2014. Se determinaron radionucleidos α y β total además de: Helio 3,
Carbono 14, Cobalto 60, Estroncio 90, Cesio 134 y 137, Plomo 210, Polonio 210, Plutonio
239/ 240, Radón 226 y 228, Uranio 234 y 238, Americio 241 y Yodo 131.
No
se identificó riesgo para la salud. Ninguna de las 28 muestras analizadas
sobrepasó los límites legales propuestos. Solo 2 muestras superaron el valor de
detección de radiación α total, detectándose pequeños niveles de U-234 y U-238
y se determinó que éstos son de origen natural, como consecuencia de la
litología de la capa geológica subterránea, a través de la cual han pasado los
infiltrados y los flujos de agua mineral durante más de 15 años.
Como
resultado de este estudio, no existe ningún indicador que sugiera que los
consumidores deban cambiar sus hábitos dietarios.
Aporte:
Andrea Fresard
Fuente: http://www.food.gov.uk/news-updates/news/2014/12958/survey-of-radiological-substances-in-bottled-drinking-water
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