miércoles, 6 de junio de 2012

La necesidad de tener una comunicación eficaz en la transmisión de riesgos alimentarios

La difusión de la información sobre brotes de intoxicación alimentaria puede llevar a serios problemas cuando se hace irresponsblemente

La presidenta de la IAFP (Asociación Internacional de Protección Alimentaria) entregó su opinión respecto a la reciente conferencia sobre inocuidad alimentaria realizada en China.

Dicha reunión se centró en los resultados obtenidos luego de que se dictara la ley de inocuidad de alimentos el año 2009 en China. La ley creó un centro nacional para la inocuidad alimentaria y  además reforzó los programas de inspección conforme a los lineamientos de la FAO/OMS y la OMC. Los resultados, que inicialmente parecieron una hazaña realmente increíble, ya que disminuyeron los brotes,  luego se complicaron cuando los medios de prensa diseminaron información que el público interpretó como que existiría un aumento importante del número de brotes.

Dicho problema surgió, como era lógico, luego que los consumidores se informaran que los medios perciban que ahora existe un mayor riesgo de contraer enfermedades por el consumo de alimentos contaminados. Como respuesta a esta  información los consumidores tienden a evitar ciertos productos alimentarios y el resultado puede causar muchos problemas económicos al país. Esta e la naturaleza del problema en China.

Un ejemplo de los daños que puede causar la mala información es lo que sufrieron los las granjeros productores de pepinos en España, que en 2011 sufrieron tremendamente porque Alemania los consignó, equivocadamente como la causa de  un brote de E. coli en Europa. La información errada luego rectificó indicando que la causa había sido la ingestión de brotes de soja provenientes de una granja en el norte de Alemania. La difusión de la prensa hizo que los granjeros de España perdieran muchísimo dinero por causa de un brote que no tenía nada que ver con sus productos.

Otro ejemplo bastante famoso fue la ‘gripe porcina’, o la pandemia de H1N1 de 2009. Productores de cerdos perdieron millones de dólares durante un largo periodo de tiempo cuando más de treinta países suspendieron las importaciones provenientes de los EEUU. A pesar de que se lo llama ‘gripe porcina’, el virus H1N1 es transmitido de persona a persona y no atreves de la alimentación.

El acceso de los consumidores a una comunicación eficaz es absolutamente crucial en situaciones como el brote de H1N1. Aunque son realmente excelentes todos estos aumentos en detección de riesgos, como la nueva ley de China, debemos recordar que las percepciones de los medios y los consumidores sobre los riesgos alimentarios no siempre se basan en el conocimiento científico. La capacitación de los periodistas y la entrega de información a los consumidores son tareas pendientes apara las autoridades.

Fuentes: http://www.nxtbook.com/nxtbooks/trilix/fpt_201204/index.php?startid=160
http://www.guardian.co.uk/world/2011/jun/06/e-coli-bean-sprouts-not-cause
Aporte: Jeremy Neuman

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