
A partir de los primeros días de Septiembre, los alimentos cuya fecha de consumo preferente haya vencido pueden venderse a un precio inferior a los que están en perfectas condiciones, pero en estanterías separadas y correctamente identificados, para que no haya ningún tipo de confusión posible.
La medida, duramente criticada en el país por "dividir entre ricos y pobres", permite vender hasta una semana después de caducar los alimentos cuya fecha se expresa en día y mes y hasta tres meses más tarde para aquellos productos en los que tan solo aparece mes y año.
El Gobierno griego del conservador Andoni Samaras dice que esta medida ha sido malinterpretada y que no se permitirá vender más allá de la fecha de caducidad, sino que el etiquetado de referencia será el de la fecha de venta al público. En cualquier caso, las asociaciones de consumidores helenas critican que así se abre la posibilidad de que algunas empresas puedan vender género en mal estado aprovechando la situación.
Aporte: Patricia Urrutia
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