Estudio revela que papas fritas y pan de molde son los alimentos de mayor riesgo
La Acrilamida es un compuesto orgánico, blanco, incoloro, cristalino, soluble en agua, etanol, éter y cloroformo. Se forma cuando ciertos alimentos, en particular alimentos de origen vegetal ricos en hidratos de carbono y pobres en proteínas, se cocinan a altas temperaturas (frituras u hornedo a más de 120 ºC).
La Autoridad Europa de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado un informe con los resultados de niveles de acrilamida presentes en 10.366 muestras de alimentos proporcionadas por 23 Estados miembros y Noruega entre 2007 y 2009, incluyendo una evaluación de la exposición a dicha sustancia por diferentes grupos de población.
Analizando las tendencias durante esos tres años, de los 22 grupos de alimentos analizados, en 3 grupos de alimentos (crackers, galletas infantiles y pan de jengibre) se han visto reducidos los niveles de acrilamida, mientras que en pan tostado y café instantáneo han aumentado. Por otra parte, en 6 grupos no hubo diferencias significativas y en otros 8 grupos hubo variaciones entre Estados miembros y a lo largo del tiempo.
La mayor exposición a acrilamida para todos los grupos de población la representan las papas fritas y el pan de molde, mientras que, específicamente, el café tostado contribuye a la exposición en adultos, y las galletas a los niños y adolescentes. En general, la exposición estimada para estos grupos de edad es comparable a la presentada en las Evaluaciones de Riesgos realizadas por el Comité FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentos (JEFCA) en 2005 y 2010.
Tal y como establece en informes anteriores (2009 y 2010), la EFSA concluye que las medidas desarrolladas por la industria, por ejemplo: la herramienta “toolbox” consistente en identificar métodos para reducir la acrilamida en papas fritas, han tenido éxito limitado. Para disminuir la exposición, habría que reducir los niveles de acrilamida en aquellos alimentos que mayor contribuyen a la exposición. El informe también recomienda que, para años futuros, los muestreos deben cubrir los mismos productos y en número suficiente para poder establecer tendencias estadísticamente significativas.
Fuente: http://www.elika.net/es/riesgos_quimicos.asp?id=5#ancla666
La Acrilamida es un compuesto orgánico, blanco, incoloro, cristalino, soluble en agua, etanol, éter y cloroformo. Se forma cuando ciertos alimentos, en particular alimentos de origen vegetal ricos en hidratos de carbono y pobres en proteínas, se cocinan a altas temperaturas (frituras u hornedo a más de 120 ºC).
La Autoridad Europa de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado un informe con los resultados de niveles de acrilamida presentes en 10.366 muestras de alimentos proporcionadas por 23 Estados miembros y Noruega entre 2007 y 2009, incluyendo una evaluación de la exposición a dicha sustancia por diferentes grupos de población.
Analizando las tendencias durante esos tres años, de los 22 grupos de alimentos analizados, en 3 grupos de alimentos (crackers, galletas infantiles y pan de jengibre) se han visto reducidos los niveles de acrilamida, mientras que en pan tostado y café instantáneo han aumentado. Por otra parte, en 6 grupos no hubo diferencias significativas y en otros 8 grupos hubo variaciones entre Estados miembros y a lo largo del tiempo.
La mayor exposición a acrilamida para todos los grupos de población la representan las papas fritas y el pan de molde, mientras que, específicamente, el café tostado contribuye a la exposición en adultos, y las galletas a los niños y adolescentes. En general, la exposición estimada para estos grupos de edad es comparable a la presentada en las Evaluaciones de Riesgos realizadas por el Comité FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentos (JEFCA) en 2005 y 2010.
Tal y como establece en informes anteriores (2009 y 2010), la EFSA concluye que las medidas desarrolladas por la industria, por ejemplo: la herramienta “toolbox” consistente en identificar métodos para reducir la acrilamida en papas fritas, han tenido éxito limitado. Para disminuir la exposición, habría que reducir los niveles de acrilamida en aquellos alimentos que mayor contribuyen a la exposición. El informe también recomienda que, para años futuros, los muestreos deben cubrir los mismos productos y en número suficiente para poder establecer tendencias estadísticamente significativas.
Fuente: http://www.elika.net/es/riesgos_quimicos.asp?id=5#ancla666
Aporte: Lilian Rojas
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