lunes, 16 de mayo de 2011

Como evitar la persistencia de Listeria monocytogenes en los equipos y locales de la industria alimentaria

La infraestructura así como la calidad de los equipos son claves para impedir la multiplicación del patógeno
La Listeria monocytogenes puede persistir en los equipos de la industria alimentaria y  en  los locales, especialmente en espacios  donde se manejan  temperatura baja, científicos han encontrado  que este microorganismo tiene gran  potencial de adhesión, tiene gran capacidad de formar biofilm,  resistencia a la desecación, resistencia el ácido y al calor, cada día  la tolerancia a los concentraciones letales de los desinfectantes es mayor, estudios  prueban que  en las plantas de procesamiento,  los factores que asocian la presencia de L. monocytogenes son las condiciones  que favorecen la proliferación.
Los agentes patógenos encuentran buenas  condiciones de multiplicación  en lugares como equipos que tienen características inapropiadas o fueron mal diseñados ya que dificultan la limpieza y sanitización. Dichos equipos llegan entonces a transformarse en sitios que favorecen la incrustación de desechos, materia orgánica y demás elementos necesarios para el desarrollo normal de dicho patógeno en la forma de biofilms.
Para comprobar la persistencia de L. monocytogenes los autores elaboraron un modelo de laboratorio que suministra información lo que permitió observar que una cantidad mínima  de carga bacteriana inicial es suficiente para que las bacterias persistan en esas condiciones. Por el contrario para impedir que una baja carga bacteriana persista  es necesario aplicar todos los principios de limpieza y desinfección frecuentemente. Los investigadores finalmente sugieren que no hay cepas de Listeria monocytogenes con propiedades únicas que favorezcan la persistencia, pero sí que hay una alta frecuencia de sitios de refugio en los locales y equipos  usados en  la industria alimentaria  donde la Listeria monocytogenes puede persistir.
Fuente: International Journal of Food Microbiology 2011, vol 145 pag 1-8
Aporte: Jairo Torres

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