martes, 25 de junio de 2013

MINAGRI respalda industria de transgénicos en Chile

Ministro de Agricultura apoya los cultivos de semillas genéticamente modificadas.
Ministro de Agricultura, Luis Mayol, respalda a la industria de transgénicos, argumentando, que este año las 35 mil hectáreas de semillas genéticamente modificadas significarían 500 millones de dólares en exportaciones. Ante la denuncia de la Asociación Nacional de Apicultores, declaran que la miel orgánica  exportada por Chile a la Unión Europea está siendo devuelta como miel transgénica, además, este producto  no posee etiquetado, la ley europea informa  que si un alimento tiene 1% de componente transgénico,  se encuentra en la obligación de informarlo en el etiquetado,  donde el consumidor decidirá si consumirá el alimento. 
En Chile se cultivan semillas transgénicas desde 1994, pero sólo un año después el Ministerio de Agricultura empezó a normar su presencia. Aun así, no hay ley de etiquetado y nuestro país es uno de los pocos que no ha ratificado el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, instrumento internacional básico para controlar el flujo de éste tipo de alimento.
El INTA de la Universidad de Chile ha comprobado contaminación transgénica entre las regiones de Valparaíso y el Biobío, es decir, las semillas genéticamente modificadas vuelan a campos no transgénicos. Al perjuicio económico de la Asociación Gremial de Apicultores de Chile, se sumó la denuncia de la Asociación de Profesionales de Conaf, manifiestan que no hay control que permita saber si la contaminación transgénica estaría llegando a parques nacionales y reservas, que en teoría, se encuentran ahí para preservar el patrimonio genético de Chile. Luis Mayol,  menciona que la política del Gobierno es transparentar la información de la industria transgénica.
Pese a existir un fallo del Consejo para la Transparencia, el Ministerio de Agricultura y el Servicio Agrícola  Ganadero, no publican la ubicación de plantaciones de organismos genéticamente modificados, a menos que la empresa interesada lo consienta. Esta información es considerada como básica para planificar el uso productivo del territorio, especialmente porque la experiencia internacional muestra que no es posible confinar estos cultivos

Aporte: Karina Montero H.

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