A pesar de que los alimentos
que consumimos son ahora más seguros que nunca, anualmente uno de cada seis de
europeos, en torno a 65 millones de personas, sufre algún tipo de enfermedad
causada por los alimentos. La Asociación Europea para la Seguridad Alimentaria,
SAFE Consortium, presentó ayer en Bruselas un documento titulado “Mantener la
Seguridad Alimentaria en la Agenda” (“Keeping Food Safety on the Agenda”), que
supone una llamada a la investigación en ciencias relacionadas con la seguridad
de alimentos.
En el documento se proponen
cinco áreas de investigación: La seguridad ciudadana y alimentaria; Peligros microbiológicos
y Organismos deteriorables; Peligros químicos, biológicos y físicos, incluidos
contaminantes ambientales; Herramientas para la evaluación y gestión de riesgos
en la cadena alimentaria y Tecnologías para hacer alimentos seguros y aumentar la
calidad de vida.
Beate Kettlitz, director de
Política Alimentaria de FoodDrinkEurope, dio respuestas sobre la agenda de
seguridad a los representantes de la industria y afirmó que “poco importa el
etiquetado, la comercialización, la innovación e incluso la nutrición si el
alimento no es seguro”.
En la década de los 90, la
‘Enfermedad de las vacas locas’ y la ‘Crisis de la dioxina’ impulsó una nueva
era en la seguridad alimentaria en la que la Comisión Europea redactó el libro
blanco de la seguridad en la alimentación y, así mismo, estableció la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Desde entonces, se han elaborado
políticas y Normas más exigentes y han surgido organismos nacionales
encargados de evaluar y comunicar los riesgos de seguridad de los alimentos.
Pero la vigilancia tiende a relajarse en los momentos en los que no existen
crisis importantes relacionadas con la seguridad alimentaria.
Fuente: www.haccpchile.cl
Aporte: Nicolas Rodriguez
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