Industriales piden mejorar la regulación, mayor flexibilidad laboral y mejor infraestructura, para ir a la conquista del mercado mundial de alimentos.
En el rubro alimenticio, es reconocido que el sector es el segundo sueldo de Chile y las cifras así lo confirman. Las exportaciones de alimentos este año superarán los US$11 mil millones, mostrando un crecimiento de 14% al año y cumpliendo en el 2009 con los US$12 mil millones que Chilealimentos fijó como meta. Sin embargo, Chile puede más. Si bien el país tiene una serie de ventajas comparativas, como la amplia gama de alimentos que ofrece, el clima y la sanidad animal y vegetal, que en otras regiones envidian; también existen desafíos pendientes que podrían contribuir para impulsar aún más el crecimiento del sector.
Las Vallas de la Industria
Para Alberto Montanari, presidente de Chilealimentos y dueño de Invertec, inquieta que las autoridades no visualicen la gran oportunidad que se ha generado por el aumento de personas y del poder adquisitivo en el mundo. De ahí que se insista en la creación de un Ministerio de Alimentación, “con una visión desde el punto de vista del consumidor. Hoy día hay disposiciones totalmente contradictorias entre salud, el Sag, INDAP, etc.”
En la misma línea, el presidente de la Asociación de Productores de Aves y Cerdos (APA-ASPROCER), Juan Miguel Ovalle, sostiene que “hay una dicotomía entre las normas que se aplican al mercado interno y los requisitos para exportar a Europa, Japón y Estados Unidos”. Según el dirigente, en ese sentido la certificación juega un rol protagónico, por lo que se requiere “un organismo certificador ágil y eficiente”.
Para el economista y socio de Alimentos Puerto Varas, Jorge Quiroz señalo que “necesitamos servicios que certifiquen lo que sale afuera, para que no ocurra que un envío dañe la exportación del país completo y así, sucesivamente. Los pollos es lo más avanzado que hay. Pero en los cerdos hay que hacer un trabajo, nos falta bastante en muchos planos. Nos falta diplomacia sanitaria y mejorar la regulación”, enfatizó.
Otra tarea pendiente para Montanari, y que ha sido uno de los caballitos de batalla de la industria del vino, es la imagen alimentaria. En ese sentido, sostuvo que es necesario que “en los mercados cuando se vea un “made in Chile” se sienta la tranquilidad de comer. La imagen turística sirve, pero muy tangencialmente, la imagen alimentaria es distinta”.
Nuestras Ventajas
En el gremio de los alimentos, afirman que en los próximos 5 años, más de 1.200 millones de personas tendrán sobre US$5.000 de ingresos per capita, lo que, sin duda, impactará en la mayor demanda de alimentos sanos y de calidad. En el marco de ese nuevo orden internacional de alimentos la oportunidad para Chile no se puede dejar pasar. Sobre todo, considerando las ventajas que el país tiene con respecto a sus competidores.
Las fortalezas según Montanari, no son menores, pues “estamos en todas las regiones, somos el sector es el que da más empleo, la gente quiere alimentos saludables y Chile tiene de ese tipo de alimentos, las frutas y verduras que pareciera cosa natural, no es tan fácil producirlas en otras partes del mundo”.
Para Llugany, las ventajas competitivas apuntan también al clima mediterráneo y la contratemporada con el hemisferio norte. Pero se puede avanzar mucho más, más aún, considerando las oportunidades que se presentan para el sector, como “el aumento del consumo mundial de alimentos, especialmente de países emergentes y de gran número de habitantes”, así como la tendencia mundial al consumo de alimentos saludables.
Del mismo modo, Quiroz, sostuvo que nuestras ventajas vienen de “tener una economía abierta, con acceso a los graneros del mundo (Brasil) y un sistema que protege los derechos de propiedad. Además de todos los tratados de libre comercio y nuestro patrimonio fito y zoo sanitario, que hay que tomarlo como lo más valioso de todo”.
Fuente: Diario Estrategia
Aporte: Pamela Belaunde