viernes, 24 de julio de 2009

¿Las normas sobre los transgénicos son exigentes?

Expertos en biotecnología de las universidades de California y Georgia visitaron nuestro país y declararon que "las normativas sobre transgénicos son antiguas y están hechas para una tecnología que se desconocía". Además, señalan que los temores que había sobre ellos no se han concretado.

Martina Newell-McGloughlin, especialista en biotecnología y sus implicaciones sociales, directora de un programa de investigación y educación sobre el tema de la Universidad de California y Wayne Parrot, también especialista en el tema, y director del Departamento de Ciencias, Cultivos y Suelos de la Universidad de Georgia, explicaron por qué la transgenia es la única herramienta biotecnológica que se regula, las razones de que aún exista temor sobre su uso y qué debe contemplar una normativa. Wayne dice, que la transgenia dentro de todas las herramientas biotecnológicas, es la única regulada en EE.UU desde 1986, diez años antes de la comercialización del primer cultivo transgénico, un marco regulatorio que norma a los alimentos transgénicos a cumplir el mismo nivel de inocuidad alimentaria que el de los productos convencionales. Y, ambientalmente, que no cause problemas diferentes a los de los cultivos convencionales.
En EE.UU., hay tres agencias encargadas de la vigilancia. La FDA que ve la inocuidad alimentaria para humanos y animales, el USDA (Departamento de Agricultura) evita problemas en la agricultura y la EPA que controla los temas ambientales. Wayne dice, que la transgenia no es peligrosa. Que llevan 13 años comercializándose -sin considerar los años trabajados en laboratorios-, se utiliza en más de 25 países y se siembran cerca de 125 millones de hectáreas al año y hasta el momento los temores por sus riesgos no se han presentado.

En Chile diversos sectores plantean la necesidad de legislar sobre transgénicos. Wayne opina, que en Chile se están desarrollando un gran número de productos al mismo nivel que en los laboratorios avanzados del mundo. Pero lo que hace falta es sacarlos del laboratorio y hacer algo productivo con ellos. Martina comentó, que visitaron el INIA de la Universidad de Chile y que los científicos de allí, han desarrollado plantas resistentes a algunas enfermedades y que actualmente no requieren ningún agroquímico. Pero dice que ellos les decían que estaban muy desilusionados de que esas plantas perfectas nunca iban a poder llegar al mercado porque aún no existe una reglamentación clara al respecto.
Afirman que inocuidad alimentaria y también ambiental, debería contemplar la legislación que regulara los OGM (organismos geneticamente modificados). Aunque dicen, que estas tecnologías no tienen la capacidad de causar muchos problemas.

Hoy en día, 13 millones de agricultores del mundo utilizan cultivos transgénicos. El 90%, es decir 12 millones, son pequeños agricultores de los países menos desarrollados. India es un ejemplo. Uno de sus principales productos es el algodón OGM resistente al gusano rosado algodonero. Dice que al principio funcionó bien sólo en las zonas con características similares a las de EE.UU., pero científicos de India hicieron cambios propios a partir de ella y hoy hay 69 variedades adaptadas a las características productivas locales.

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